He disfrutado hablando de Joe Frazier. Desde luego que no me ha gustado el motivo por el cual he tenido que hacerlo, pero yo no soy dudoso al respecto y ya me ocupé de él para contar sus gestas deportivas cuando el cáncer todavía no resultaba ni por asomo una amenaza. Me ha gustado escribir sobre Smokin porque ha supuesto para mí una liberación hacerlo de alguien que merecía la pena, pero hoy tengo que volver a calzarme las katiuskas porque la caverna culé no descansa y hay mucho que hacer. Y que nadie vaya a pensarse que será fácil desincrustar toda la "prostitución intelectual". Aquí me tienen a mí, sin ir más lejos, friega que te friega, friega que te friega, armado todos los días con mi Tenn con bioalcohol, mi lejía La Estrella, mi amoniaco perfumado y mi Fairy. Rasco desde que me levanto hasta que me acuesto, pero, como en la película Dark Water, la roncha vuelve a aparecer a la mañana siguiente.
Habrá quien se canse, pero conmigo lo llevan claro, conmigo no hay peligro porque me lo he tomado como una cuestión esencialmente personal. Y vuelta a empezar: más Tenn con bioalcohol, más lejía La Estrella, más amoniaco perfumado y más Fairy. El mecanismo de funcionamiento de la "prostitución intelectual" es más sencillo que el de un botijo, que no tienes más que llenarlo con agua fresquita y anisete del tiempo, dejarlo a la sombra y echar mano de él cuando te apriete la sed. Pongamos por caso a este Vinyals que acaba de salir de debajo de las piedras para decir que Mourinho (seis Ligas en tres países diferentes, Copas con cuatro equipos distintos, dos Champions con Oporto e Inter) no ha aportado nada al fútbol. Criticas al tal Vinyals por insultar sin venir a cuento al entrenador del Real Madrid, y la gente te salta al cuello llamándote fascista u otras lindezas parecidas por haber respondido al técnico del Hospitalet. Diagnóstico: "prostitución intelectual con accesos de doblevarismo". Menos mal que yo tengo puesto el chubasquero.
A Vinyals, que al parecer estaría haciendo méritos para que le dieran algún equipo de la cantera del Barcelona, no le he descubierto yo sino que ha sido un ex jugador suyo vía twitter quien lo ha hecho. Álvaro Esteban, que coincidió con él en el Castelldefels y que ahora milita en el Puerta Bonita, dice que es una vergüenza que diga esas cosas, que a él le apartó por ser del Real Madrid, que odiaba todo lo que oliera a blanco y que no le enseñó absolutamente nada. Estoy dispuesto a debatir con quien sea acerca de lo que Mourinho, que lleva 19 títulos conquistados en cuatro Ligas distintas, ha aportado al fútbol; al entrenador del Hospitalet sólo le queda el faranduleo. Guardiola, por cierto, en su línea: ni una mala palabra ni una buena acción. Lo siento, Jordi, pero parece que a Pep no le ha hecho demasiado efecto que le masajees el bajo vientre. Prueba con Rosell.