Lección número uno: nunca te creas lo que dice el entorno de un futbolista. Pongamos por caso el entorno de Fernando Torres, delantero del Atlético de Madrid conocido por todos como "el niño". El objetivo último de la empresa "Bahía Internacional" no es otro que el de vendernos como sea al niño. Y vender al niño no tiene por qué implicar necesariamente su traspaso a otro club sino, por ejemplo, mantenerle vivo a toda costa en el mercado. Parece que el entorno de Torres ha vuelto a vender, otra vez, de nuevo, este verano que el niño acabaría en el Manchester United, y ha habido quien ha picado hasta el fondo el anzuelo. Pero el rumor no ha sido nunca, jamás, la antesala de la noticia, eso es falso. El rumor, alentado interesadamente por los empleados del jugador, es sólo la antesala de la rumorología. De ahí que Torres haya dicho que de su boca no ha salido nunca que él quisiera marcharse del Atlético. Y tras esta afirmación se ha quedado tan pancho.
Torres se queda, según él, porque quiere quedarse. Si hemos de creerle, a lo cual yo prefiero resistirme, lo hace después de haberle trasladado al club todas y cada una de las ofertas que le han llegado. De forma que tenía razón Enrique Cerezo cuando dijo hace poco que, para conocer la situación de Fernando, sólo debíamos poner la casete de temporadas anteriores. Hay quien ha picado hasta el fondo el anzuelo y quien, tras la rueda de prensa que ha ofrecido el jugador, sigue afirmando que Torres no se queda sino que Torres se va. El entorno del niño puede sentirse satisfecho de su trabajo.
Fernando Torres finaliza su contrato con el Atlético de Madrid en junio de 2008. Le quedan, pues, al menos dos años más vistiendo la camiseta rojiblanca. Y entonces sí veremos la verdadera "penetración" de este "producto futbolístico" a quien conocemos popularmente como "el niño". Porque, y esto que quede entre ustedes y yo, a Torres le conocerán como el niño, sí, pero tiene un sueldo de padre y muy señor mío. Decía el matemático francés Henri Poincaré que "probamos por medio de la lógica, pero descubrimos por medio de la intuición". La lógica indicaba que Torres volaría esta vez del nido rojiblanco, pero a mí la intuición me ha hecho ganar un par de cenas gratis. Y ahora me juego pajaritos contra corderos a que Fernando Torres estará mucho, pero que mucho tiempo en el Club Atlético de Madrid. Aunque advierto de antemano que la intuición, como el rumor, no es antesala de ninguna primicia.