¿Soy únicamente yo quien piensa que Ramos no se está refiriendo a Mourinho o hay alguien más?... Sergio habla textualmente de "compañeros" y no creo que Mourinho deba darse por aludido porque él no es su compañero sino su entrenador, su jefe, y Ramos es el subordinado millonario de Mourinho, que es quien manda y que también es millonario como él. Por no tener meridianamente claro un concepto tan sencillito como este es por lo que muchos vestuarios han acabado como el rosario de la Aurora. Y para evitar reivindicaciones fuera del terreno de juego o poses dentro de él es por lo que yo creo que un sector mayoritario del periodismo deportivo patrio se ha tirado el último cuarto de siglo pidiendo a voz en grito para el Real Madrid un entrenador con mando en plaza, uno que no se arrugase ante las estrellas y que impidiese que éstas hicieran y deshicieran a su antojo.
"Vacas sagradas" las llamaban, las llamábamos. Ya no hay vacas sino improvisados bueyes, tan sagrados como las vacas pero más útiles que las anteriores puesto que ellos además pueden tirar del carro del antimourinhismo. Bien está que Florentino Pérez busque un jefe, pero no uno que nos diga las cosas claritas y a la cara como en el caso del portugués. Yo creo que al madridista medio le da más o menos lo mismo que el entrenador sea amigo de sus jugadores o no lo sea o que se vaya con ellos de cañas o, por el contrario, mantenga una decorosa distancia; lo que yo creo que quiere el madridista medio es que los futbolistas no se le suban a las barbas al entrenador y que éste tenga la independencia de criterio suficiente como para decirles lo que le parezca oportuno cuando él crea conveniente.
Y, ante todo, lo que quiere el madridista medio es que un futbolista que cobra 6 ó 7 millones de euros rinda sobre el campo y haga bien su trabajo. A Cristiano, por poner un ejemplo, no hay en el mundo Mourinho capaz de llamarle la atención porque siempre juega al 110%. No sé si me explico. Paradas Romero es muy malo, un auténtico desastre, un peligro andante, pero las dos jugadas que protagonizó ayer Ramos, y que ante el Rayo Vallecano no tuvieron mayores consecuencias, te cuestan inevitablemente la eliminatoria ante el Barcelona o el United. Si yo fuera Ramos me preocuparía saber si soy jaleado por mis jugadas dentro o por mi actitud de presunto Espartaco fuera. Y un consejo, Sergio: te utilizarán, te pasarán la mano por el lomo y luego te arrojarán a la basura como si fueses un kleenex usado.