El libro de estilo de El País impide hablar de boxeo, que no es considerado como un deporte en el diario de PRISA, pero no de pollas. Luis Martín, conocido en el mundillo del periodismo como Lu a secas, le preguntó el otro día a Vicente del Bosque si no estaba "hasta la polla" de ser seleccionador nacional de fútbol, y Del Bosque respondió con un seco "no". Quién sabe qué habría contestado Vicente si Martín, que al parecer se ha ganado en las salas de prensa de medio mundo una merecida fama de Billy el niño de la grosería, hubiera añadido un "mismísima" a su pregunta: "¿No está usted hasta la mismísima...?" Ni al peor Policarpo Díaz, ni al Poli más zafio, aquel que no paraba de golpear una y otra vez al diccionario con unos ganchos de padre y muy señor mío, se le habría ocurrido jamás ser tan burdo como ayer lo fue el estiloso Martín.

Pero que la sórdida pregunta no nos lleve al engaño ni desvíe tampoco nuestra atención de lo verdaderamente importante. No es en absoluto una casualidad que Lu cubra para El País la información del Barça y de la selección, como si el equipo catalán y La Roja formaran un pack único e indivisible. La pregunta de Martín no tenía como objetivo poner contra las cuerdas al seleccionador, no, sino más bien todo lo contrario; lo que, en línea con las declaraciones del "odio entre territorios" realizadas el otro día por Del Bosque, perseguía según creo la pregunta del periodista no era otra cosa que afearnos la conducta a quienes denunciamos la actitud de indefinición de Piqué, que al final acabó originando la airada (y justa) reacción del público leonés.

Es Lu Martín quien está hasta el gorro de que en "Madrit, el conceto" no se entienda al integrador Del Bosque. Es el periodista de El País quien, en el fondo, piensa que no nos merecemos a Vicente, siempre tan comprensivo. Estoy convencido de que al periobarcelonista le hubiera encantado completar su "¿No está usted un poco hasta la polla?" con un "¿de estos fachas?"... Es cierto que esta semana, y parafraseando al seleccionador, se ha dado un pasito hacia adelante en la clasificación para la Eurocopa, pero al mismo tiempo se han retrocedido cuatro en el sentimiento patriótico que debe acompañar a cualquier selección nacional que se precie. Vicente del Bosque, y ya puestos también Lulú, deberían preguntarse a qué se debe esta profunda división, que recuerda mucho a la sufrida durante la etapa de Javi Clemente, cuando resulta que la selección de fútbol vive su época dorada, es la actual campeona de Europa y acaba de conquistar en 2010 el primer Mundial de su historia. ¿No será que hay algunos españoles que consideran cada vez menos nacional a su propia selección?...