No cabe la menor duda de que tenemos a un señor de los pies a la cabeza sentado en el banquillo del equipo nacional, pero no es desde luego su caballerosidad la que le ha llevado hasta ahí. Podríamos decir que el señorío de Del Bosque, su fair play, es un "plus", un obsequio de parte de la casa; lo que en realidad lleva a Vicente a la dirección de la selección es, como no podía ser de otra forma, su contrastada competencia (dos Ligas, dos Champions, una Copa Intercontinental, dos Supercopas de España y una Supercopa de Europa) a la hora de dirigir equipos de fútbol: ocho títulos en diez años de trayectoria profesional continuada. Del Bosque no lo dirá, pero la casualidad ha querido que yo pasara por aquí en estos momentos y servidor sí lo va a decir: el comentarista de Al Jazeera ha ganado los mismos títulos, y eso incluyendo por supuesto la última Eurocopa, que Del Bosque, pero a lo largo de 36 años ejerciendo la profesión. Vicente ha conseguido casi un título por año y el comentarista de Al Jazeera sale a 0,22. Digo todo esto porque aquí parece que no sólo Piqué perdió la memoria durante el partido contra Suiza.
¿Quién ha dicho que el comentarista de Al Jazeera no tenga derecho a dar su opinión?... Yo, desde luego, no recuerdo haberlo dicho. Lo que, pero no sólo desde aquí sino desde muchos sitios más, se ha criticado es la oportunidad de sus declaraciones, el momento elegido para hacerlas. Y eso me conduce al verdadero meollo de la cuestión que no es otro que la existencia de dos Españas futbolísticas, la del comentarista de Al Jazeera y la del seleccionador nacional de fútbol. Entre las muchas pamplinas que se repiten una y otra vez está la de que al comentarista de Al Jazeera hay que desagraviarle porque se marchó por la puerta de atrás después de haber conquistado la Eurocopa. Y aquí conviene que le refresquemos otro poco la memoria al personal porque es imprescindible recordar que el comentarista de Al Jazeera, que tuvo dos años antes (Mundial de 2006) la gran ocasión de salir por la puerta principal y no por la del servicio, no quiso hacerlo y eligió desdecirse de su palabra, marchándose luego por decisión propia.
¿Quién no está agradecido al trabajo de el comentarista de Al Jazeera?... Esa es otra de las supinas memeces que se repiten una y otra vez. Yo le estoy tan inmensamente agradecido que, llegado el caso, estaría dispuesto incluso a colaborar (modestamente, eso sí, que la economía no da para más) en una cuestación para levantar en su honor una estatua de mármol de Macael. ¡Loa sin fin al comentarista de Al Jazeera! Me parece que lo que en realidad no le perdonan a Del Bosque es que aceptara el ofrecimiento de la federación para que sustituyera al comentarista de Al Jazeera, pero como el juego y los resultados han sido realmente buenos hasta el otro día y la hiel llevaba tanto tiempo retenida, ha estallado poniendo perdidas de jugo amarillento las paredes del IBC de Johannesburgo. Al menos esta vez ha sido el propio comentarista de Al Jazeera quien ha dado su opinión mirando a cámara y no ninguno de sus numerosos satélites. Un consejo, Vicente: el lunes, por si acaso, llévate el chaleco antibalas... ¿Honduras?... Los hondureños son unos chicos fenomenales, pero... ¡cuerpo a tierra que vienen los nuestros!...
Posdata: ¿Sigue siendo Alemania favorita para ganar el Mundial o la descabalgamos tras su derrota de hoy ante Serbia?