Poco o nada importaba, a mi modo de ver, el artículo 12, apartado 3, subsección 7/2015, clave 33, noveno bedel, ventanilla 26. Poco o nada importaba, según mi criterio, el precedente del Lorca Féminas. Poco o nada importaba, tal y como yo interpreto, que el reglamento sancionador sea más oscuro que el negro. Lo que sí estaba claro es que, al menos en esta primera instancia, el recurso ingresaría cadáver en el tanatorio de Villar. Tras reunirse consigo mismo y con su propio organismo, y después de incorporarse tarde al cónclave que mantuvo con su propia persona, el juez único del Comité de Competición de la federación hizo lo que la federación esperaba que hiciese y dejó con el culo al aire al club y no a sus jefes; lo mismo pasará con Apelación, que repelerá el recurso, y todo acabará inevitablemente en el Tribunal Administrativo del Deporte, que fue, por cierto, el que acabó dándole la razón al Lorca Féminas por un motivo parecido al alegado ahora por el Real Madrid.
Esto no quiere decir que el Real Madrid esté apeado de la Copa; de hecho, en el club blanco daban por seguro que nadie de la federación española iba a estar dispuesto a reconocer el error o que uno no puede andar por la vida en pleno siglo XXI comunicándose con el Tam Tam y deslizándose por lianas al tarzaniano grito de "¡Andagua, Chita, andagua!"... Un negocio de miles de millones de euros pendiente de si se le comunicó o no vía bisbiseo a un futbolista que, transcurridos unos cuantos meses, no podía jugar con otro equipo la primera eliminatoria copera por una amarilla de más. El Real Madrid falló, eso es cierto, y los empleados que únicamente tenían que estar pendientes del farragosísimo texto sancionador no lo estuvieron, pero el asunto es discutible y, que se sepa, a estas horas de la tarde nadie de la federación ha podido demostrar aún que comunicara personalmente a Cheryshev que no podía jugar.
El Real Madrid hace bien en defenderse por mucho que a los mismos que esconden las miserias de Messi, su padre, Bartomeu, Rosell, Neymar, su padre, su madre, Adriano o Mascherano, que acaba de ser condenado a un año de cárcel, que no cumplirá al no tener antecedentes, les parezca fatal que el club blanco recurra como hace todo hijo de vecino y estén dispuestos para ello a alcanzar el sótano dialéctico de comparar lo sucedido con aquellos abogados que defienden a etarras o a violadores. Puede que el Real Madrid pierda el viernes, pero nunca antes. Y si el Tribunal Administrativo del Deporte acaba confirmando la eliminación copera del club blanco por un motivo similar por el que se exculpó en su día al Lorca Féminas no será, por supuesto, con la ley en la mano; será entonces cuando, citando al autor de La Celestina, podamos decir que "inicua es la ley que a todos igual no es".