De ser cierto lo que hoy denuncia con tanto tino en La Razón el maestro Alfonso Ussía, además de imponerle la Insigne Orden del Toisón de Oro a Raúl habría que concederle también la Medalla al Mérito Deportivo. Ussía está en la teoría (que tampoco resulta novedosa, lo que pasa es que él la denuncia con más gracia) de que Raúl lleva la última década poniendo y quitando presidentes, jugadores, entrenadores y hasta espectadores, y en esta ocasión, por una rara conexión con la que luego iré, advierte que ha sido el 7 quien ha puesto de patitas en la calle a Schuster. Ya digo que, con tener esa revelación sólo un diez por ciento de verídica, a Raúl habría que sacarle a hombros del estadio Santiago Bernabéu porque acaba de insuflarle al equipo un aire del que carecía absolutamente con el alemán repanchigado en el banquillo. Al menos Juande mueve las manitas y mueve los pies, y se nota que les grita algo a sus jugadores aunque estos no le oigan. Si Raúl ha colaborado en algo, aunque sea muy poco, al despido de la momia de Amenofis IV, el capitán se ha ganado el cielo del madridismo.
Pero Ussía, que es casi tan antiraulista como yo raulista, va un pelín más allá y advierte que si Raúl, que es el auténtico director deportivo en la sombra desde que se jubiló el anterior, que era José Miguel González Martín del Campo, le ha enseñado la suela del zapato a Schuster es porque Juande y él comparten representante. Eso tendría a lo mejor sentido si Raúl no hubiera jugado demasiado con Schuster, pero lo cierto y verdad es que el capitán fue titular indiscutible también con el alemán. Y digo "también" porque, a lo largo y ancho de los últimos catorce años, Raúl ha jugado con todos los entrenadores y seleccionadores, salvo curiosamente Del Bosque, que en el fútbol español han sido, desde Valdano hasta Heynckes, Camacho, Sáez, Hiddink, Luxemburgo, Queiroz, Capello o Luis Aragonés, hasta que éste último decidió fulminarle. Siguiendo el hilo de lo expuesto por Ussía, esos diez entrenadores deberían compartir el mismo representante: Ginés Carvajal.
Ussía, por último, colabora al chascarrillo ese de que Raúl impidió la contratación de Villa, supongo que porque al delantero del Valencia no le representa Ginés. Así, Villa, que es un torpedo de delantero, uno de los mejores jugadores de Europa y que está en una forma increíble, no habría podido fichar por el Madrid para que Raúl siguiera jugando de por vida y no porque el Valencia se descolgase pidiendo 80 millones de euros por él. Raúl, pues, temería la competencia de Villa, marcado por la malvada camarilla del capitán a la que también pertenecerían Guti o Michel Salgado, pero no habría puesto sin embargo reparos a compartir vestuario con Figo, Zidane, Beckham o Ronaldo, que sí vinieron, o Kaká y Cristiano, que al final se quedaron en un "¡huy!"... Y por último: si Raúl es el máximo responsable de todo, de lo bueno-bueno y de lo malo-malo, y no han pintado nunca nada ni Sanz ni Pérez ni ahora Calderón, hay que felicitarle efusivamente por las 6 Ligas, 3 Champions, 4 Supercopas, 2 Copas Intercontinentales y 1 Supercopa de Europa logradas bajo su mandato: ya sólo le supera don Santiago Bernabéu.