Estoy de acuerdo con Mourinho cuando dice que el Rayo Vallecano no mereció perder. Y también estoy de acuerdo con Guardiola cuando asegura que el Barcelona no va a atrapar al Real Madrid. Estoy de acuerdo con ambos entrenadores, sí, aunque con una pequeña salvedad que me gustaría apuntar a continuación: creo que Mourinho es sincero en los (merecidísimos) elogios dirigidos al equipo del valiente Sandoval, mientras que por Guardiola no pondría la uña del dedo de una mano en el fuego y estoy totalmente seguro de que va a estar empleando este tipo de argucias desde aquí y hasta el final de la Liga con el objetivo de encelar a los suyos y quién sabe si también para continuar presionando a la federación y a los árbitros cómo únicamente sabe hacer él: es un genio del disfraz.
Y aquí, quién sabe si traicionado por mi propio subconsciente, aprovecho con el permiso de todos ustedes para abrir un oportuno paréntesis y decir que, cinco días después de que le pillaran con el carrito del helado en compañía de Rosell en un hotel de Madrid, Villar dijo en RNE lo que ya se encargaron de decir por él sus satélites a primera hora del miércoles, y es que él se reúne con muchos presidentes y que va a seguir haciéndolo. ¿Se reúne con muchos presidentes a escondidas y fuera de la agenda oficial? ¿Y a cuántos de esos presidentes con los que se reúne a escondidas y fuera de la agenda oficial les dice que ya les ha dado todo y no les puede dar más?... Dimita, Villar, dimita; váyase a su casa y no vuelva; con la película de espías cutres que protagonizó el otro día está usted extendiendo un manto de sospecha sobre la limpieza de la competición.
Es la hora de decir que Fernández Borbalán perjudicó al Rayo Vallecano, que insisto en que hizo un partidazo y mereció algo más, y que Pérez Lasa impidió al Atlético de Madrid competir en igualdad de condiciones con el Barcelona. Parece que, aprovechando el mal arbitraje del primero, el "portacoz" culé (ya saben: el del respeto y la educación, el del fair play y el modelo) salió inmediatamente al ruedo de twitter para desviar la atención de lo que realmente importa, que no es otra cosa que la sangrante frase de Villar a Rosell: "¿Qué más quieres que te dé, Sandro, si ya te lo he dado todo?", y hablar del favoritismo hacia los blancos; luego, después del partido del Vicente Calderón, no se supo nada más de él.
Por ir acabando, aunque la jornada dará mucho que hablar durante la semana: mi enhorabuena al Rayo y también al Atlético de Madrid; tengo cierta tendencia a sospechar de aquellos equipos que experimentan un giro de 180 grados por el cambio de una sola persona, pero a la vista está que Simeone ha obrado un milagro con esa plantilla. Y mi censura más absoluta a Guardiola que, con la vista puesta en defender a uno de sus jugadores, metió en danza a otro de un equipo rival, en concreto del líder de Primera División. ¿Y si hoy Mourinho hablara de Messi en el mismo tono despectivo que empleó Pep con Pepe?... No creo que el futbolista del Barcelona a quien más veces han expulsado de un terreno de juego sea la persona más indicada para tirar la piedra y esconder la mano.