Hay una cosa que no entiendo: ¿qué pinta el señor Tony Leblanc en las películas de Torrente?... Quiero decir que Tony Leblanc es historia viva del buen cine español, protagonista emblemático de joyas como El tigre de Chamberí, Historias de la televisión, Tres de la Cruz Roja, El astronauta, El hombre que se quiso matar y tantas y tantas películas. Tony Leblanc es nuestro Marcello Mastroianni, nuestro Louis de Funès, y no consigo encajar su presencia en una serie de películas cuya mayor contribución es la frase "¿nos hacemos unas pajillas?"... Por supuesto que el señor Leblanc, a quien respeto profundamente, tiene todo el derecho del mundo a elegir los papeles que a él le de la gana, pero sus admiradores también podemos hacernos cruces viéndole en ese esperpento en 3D.
Hoy se estrena Torrente 4, y yo sólo puedo preguntarme: ¿por qué?, ¿para qué?, ¿con qué objeto?... Y lo peor del caso es que la gente llenará los cines. Por lo menos hay algo que sí funciona: el hecho de que Alfredo di Stéfano, Esperanza Aguirre o Pirri se pongan del lado de Mourinho mientras que Javier Sardá o Santiago Segura se alineen en su contra quiere decir que el Real Madrid está en buenas manos y no debe variar ni un ápice su rumbo. Únicamente me faltan Christina Hendricks en el bando de los "pro" y Willy Toledo en el de los "anti" para que mi satisfacción y tranquilidad sean totales. Sí porque las peñas del club acaban de dar la cara por el entrenador portugués y, por lo que me cuentan y al contrario de lo que algunos publican, Florentino Pérez está cada día que pasa más decidido a dejarle hacer y deshacer en paz y sin intermediaciones.
Los pájaros tirando contra las escopetas. Me parece que ya he contado que tuve que dejar de ver la primera parte de Torrente cuando el protagonista se disponía a prepararle a su padre cinematográfico un puré vomitivo. Ahí corté. Me pareció tan repulsivo que dejé de intentar que aquello me hiciera la más mínima gracia. Seguro que Segura se forrará más aún de lo que ya lo ha hecho con la sucesión concatenada de interminables cacas, culos y pises. Seguirá tomando por tontos con éxito a los espectadores españoles. Incluso puede que la ministra Sinde le entregue un premio. Mourinho debe llevar a gala que uno de los actores españoles más desagradables de la actualidad comente de él que le desagrada. Repito que sólo falta que el de Animalario diga que es un fantoche y la señorita Holloway se ponga una camiseta del Madrid para que la felicidad futbolística de quien esto suscribe sea completa y total. Y esta noche a ver otra vez Casablanca.