Pues yo, qué quieren que les diga, no me fío ni un pelo. Anoche entrevisté en "El Tirachinas" a un periodista de Radio Montecarlo y nos dijo que la concentración de la selección francesa es un auténtico polvorín. El grupo que encabeza Zinedine Zidane, el de los ganadores del Mundial del 98, está enfrentado con el grupo de los "jóvenes", liderado por Thierry Henry. Ante Togo, en un partido decisivo para los "bleus", Francia jugó mucho mejor sin Zizou sobre el terreno de juego, pero da la impresión de que Raymond Domenech es un hombre atado de pies y manos. El martes, contra España, jugará Zidane sí o sí. Se podría decir que la presencia del gran capitán se ha convertido en una auténtica cuestión de Estado. No me extrañaría nada que hubiera intervenido personalmente el mismísimo Presidente de la República: "¿Raymond?... ¿Cómo estás?... Soy Jacques Chirac... Te hablo desde el Palacio del Elíseo... Mira, sólo te llamaba para decirte lo siguiente: Zizou tiene que jugar como sea contra España... ¿Capicci?"... Y claro que Domenech lo entendió rápidamente.
No me fío. Dicen que están viejos. Dicen que están en franca retirada. Tienen a Barthez en la portería, lo que ya constituye de por sí otro punto a nuestro favor. Dicen que se van. Dicen que se retiran. Dicen que están todos para el homenaje, que las piernas ya no responden y la cabeza no está fresca. Pero, como dijo hace tiempo Jorge Valdano, el próximo 27 de junio a las nueve de la noche España deberá decidir si es toro o es torero. Sucede que este toro galo, este morlaco resabiado y con los cuernos retorcidos, es un toro herido, un toro peligroso, un toro del que, por si no ha quedado suficientemente claro, yo no me fío ni un pelo. Deseo fervientemente que Francia no sea nuestro "Islero" en este Mundial.
Por si acaso, por si falla el fútbol, Domenech ya ha empezado a calentar el ambiente. El seleccionador francés asegura que ya sabía que jugaría contra España en octavos de final, aunque él pensaba que lo harían con Francia como primera de su Grupo y España segunda del suyo. Domenech añade a continuación que con España tienen una "cuestión personal", en referencia al episodio protagonizado en su día por el seleccionador español y el jugador del Arsenal Reyes. Es cierto que, para ganar el Mundial, uno tiene que desembarazarse de todos los equipos que surjan a su paso. Pero, puestos a elegir, yo hubiera preferido el camino de Italia: Australia en octavos, Suiza en cuartos y Argentina o Alemania en semifinales. Los italianos torearán vaquillas y a nosotros nos sueltan un toro. Viejo, sí, pero con dos pitones de los que quitan el hipo.