Es verdad que en cuanto vi a Steve McClaren, jugándose además todo lo que se estaba jugando Inglaterra ante Croacia, con un paraguas feísimo, dándose paseitos por la banda del mítico estadio de Wembley, protegiéndose el cutis blancuzo y el tupé rojizo de un inofensivo chirimiri (también llamado calabobos), pensé que estaba haciendo auto stop en lugar de dirigir a una selección que el próximo viernes cumplirá ciento treinta y cinco años de historia. Al día siguiente de la eliminación, la prensa inglesa le llamó sinvergüenza, le dijo que se fuera, jugó con el apellido para definir su labor al frente de la selección como un "trabajo basura" y, para acabar de redondear el pastel, The Mail le bautizó como un "tonto con paraguas". McClaren, que tenía tres millones y medio de razones para no presentar su dimisión irrevocable un minuto después de la derrota inglesa, todavía sacó fuerzas de flaqueza para decir que había aprendido mucho durante todo ese tiempo. Ese no es mi negociado, pero está muy claro que Steve McClaren no es el ejemplo a seguir.
El otro día leí por aquí y por allá que, después de la victoria ante Irlanda, los jugadores mantearon a nuestro seleccionador al grito de "¡Luis renovación, Luis renovación!" Yo no estaba allí y, por lo tanto, no puedo dar fe de ello, aunque, lamentablemente, me lo creo. Es terrible que un grupo de futbolistas de primera línea que representan internacionalmente a España manteen a su entrenador después de haber conseguido colarse entre las dieciséis mejores selecciones de Europa. ¿Es que acaso España no era una de las dieciséis mejores? Supongo que el manteo se produciría en contra de su voluntad puesto que Luis ha sido el primero en ponernos a todos los pies en el suelo, pero la escenita de marras es como para llevarse las manos a la cabeza. Porque, si los jugadores mantean a Luis después de haber acabado primeros en un grupo de chicha y nabo, ¿qué debemos hacer con el resto de seleccionadores nacionales españoles? He aquí sólo tres propuestas que se me han ocurrido sobre la marcha:
Posdata: En su debut oficial como seleccionador nacional de fútbol sala, José Venancio López acaba de ganar el campeonato de Europa. ¿Le nombramos Vizconde de la Calzada?