No quiero entrar en bucle con este asunto pero, volviendo a la rueda de prensa de ayer, sí quiero decir que, si reflexionamos sobre ella, en realidad no aclaró nada sustancial. Aquí, en esRadio, Sergio Valentín; Juanfe Sanz en El Chiringuito o Isaac Fouto en la Cadena Cope, se han hartado de insistir en lo interesantísimas, por densas y por prolijas, que fueron las explicaciones de Velasco Carballo, que al parecer lo poco que cuenta lo cuenta muy bien, pero en realidad, ¿qué explicó?... Velasco Carballo dijo obviedades, eso sí bien documentadas; dijo que el VAR ha reducido los errores arbitrales, ¡sólo faltaría!; dijo que el sistema tiene capacidad de mejora; reconoció errores, lo que sí supuso cierta novedad con respecto a la etapa de Victoriano Sánchez Arminio; y admitió que el VAR está advertido de determinadas acciones, por ejemplo cuando el portero se adelanta durante el lanzamiento del penalti, pero debe ser que se advirtió poco porque, unas cuantas horas después, hubo una jugada muy polémica precisamente con el adelantamiento de un portero mientras lanzaban un penalti en el partido que enfrentó al Valladolid y el Getafe.
Como gran novedad se ha vendido que quienes manejan el VAR están conectados a través de un grupo de whatsapp pero lo cierto y verdad es que lo mollar, el solomillo de la cuestión, o sea qué siete errores se han cometido y a quiénes han perjudicado, fue oportunamente silenciado por el jefe de los árbitros. Sí hubo sin embargo algo de lo que dijo Velasco Carballo que me llamó la atención, y no precisamente porque suponga en absoluto una novedad sino porque libera al presidente del Real Madrid de la culpa con la que algunos quieren cargarle por haber llamado al presidente de la federación para pedirle explicaciones por el funcionamiento del videoarbitraje. Velasco dijo que había habido varios presidentes que se habían puesto en contacto con él para preguntarle algunas cosas, o sea para presionarle: nada nuevo bajo el sol. Lo que no entiendo es por qué se puso intencionadamente la lupa en la conversación entre Florentino Pérez y Luis Rubiales y, sin embargo, se pasó ayer de puntillas por las llamadas, así, en plural, reconocidas por el máximo responsable del Comité Técnico de Árbitros.
Felipe del Campo nos dijo anoche que Luis Rubiales ha dado libertad total y absoluta a Velasco Carballo para que tome sus propias decisiones. O sea, Velasco hace y deshace en el asunto arbitral y en el del VAR por delegación expresa del presidente de la federación, que está en otros asuntos. De modo que, puestos a presionar, en realidad es mucho más efectiva por directa la presión que pueda realizarse al jefe arbitral que a su superior, que, aún siéndolo, ha dejado absolutamente el asunto en sus manos. Pero, como sucedió con los 7 famosos errores, Velasco fue transparente a la hora de arrojar la piedra pero opaco cuando escondió la mano porque sólo dio un nombre, el del presidente del Levante Unión Deportiva, Francisco Catalán, que además salió fortalecido porque, al parecer, estuvo muy simpático.
Así que Velasco Carballo reconoce llamadas pero la única que se filtra es curiosamente la de Florentino a Rubiales, poco efectiva, y la única que indigna a Javier Tebas es precisamente la del presidente del Real Madrid, hasta el punto que salió a defender la independencia de su archienemigo Rubiales, al que odia. Pero Tebas debe ser conocedor de esas llamadas de varios presidentes de la Liga al Comité Técnico de Árbitros, ¿no? La transparencia vuelve a ser, en el fondo, poco transparente. Sabemos el número de errores pero sin embargo nos ocultan a quién o a quienes perjudicaron o beneficiaron; conocemos que hubo llamadas de varios presidentes pero se nos impide saber el nombre, los apellidos y los clubes a los que pertenecen. Eso sí, la llamada de Florentino Pérez, presidente de uno de los equipos más perjudicados, a Rubiales, que en el tema arbitral no tiene arte ni parte, sale hasta en el Financial Times. ¿Todo O.K. otra vez, José Luis?