Cuando Pellegrini, con un partido absolutamente decidido y los tres puntos en la buchaca, decidió dejar compuesto y sin debut madridista en su tierra al canterano Mosquera, dije aquí mismo que a mí el asunto no me parecía en absoluto baladí. A Valdano tampoco; nada más acabar el encuentro, el director general le dejó en la taquilla al chileno un regalo envenenado. Si algo maneja bien Jorge son las palabras, de forma que daremos por bueno que dijo lo que que quiso decir y en el momento que a él le pareció más oportuno. Del ovillo de Mosquera hemos ido tirando poco a poco, muy lentamente, y el asunto ha escrito sus últimos capítulos con el increíble y repentino ascenso al entrenamiento del pasado miércoles de ocho jugadores de la cantera, y las posteriores declaraciones de don Manuel quitándose el muerto de encima: "la cantera no está dentro de mi trabajo".
El gesto (poco diplomático y carente de tacto) que Pellegrini tuvo con Mosquera sí tuvo al final, tal y como pronostiqué, su importancia. ¿Por qué?... Fácil: porque en ese club tiene importancia hasta la forma de regar el césped del estadio Santiago Bernabéu, de ahí que sea tan complicado ser el entrenador del Real Madrid. Yo no sé si la cantera entra o no entra dentro del trabajo de Pellegrini porque no he visto su contrato; es muy probable que haya firmado exclusivamente como responsable del primer equipo y que sea cierto que su trabajo empieza y acaba con los Casillas, Ronaldo, Ramos y compañía. Pero, incluso siendo eso así, Pellegrini no puede engordar más la pelota entrando en colisión con el hombre que defendió con más insistencia su candidatura al banquillo blanco. Florentino Pérez no le quería y Valdano le convenció de que era el hombre adecuado tras el enésimo "no" de Arsene Wenger.
Valdano dijo hace 8 meses que en la cantera no había jugadores aptos para subir al primer equipo. Era aquel un mensaje muy duro para un club que se ha solido nutrir de futbolistas salidos de "La Fábrica". De todas formas, tampoco da la impresión, visto a primera vista, de que este primer proyecto del segundo Florentino vaya precisamente por ese camino, más bien todo lo contrario. Esta noche, por ejemplo, el Madrid recibe al Espanyol de Márquez, Baena, Víctor Ruiz, Dídac Vilà, Amat y Molina, seis chavales surgidos de la cantera. Puede que lo que en realidad quisiera decir Jorge allá por el mes de junio del año pasado es que el Real Madrid tenía que reorganizar el trabajo de la cantera de tal modo que a medio plazo fuera capaz de volver a subir jugadores al primer equipo. Probablemente Pellegrini se expresara mal al comentar ayer que la cantera no va con él: todo, lo firmado y lo que no se firmó, va con él. Pero su principal error ha sido abrir una brecha con respecto a su único mentor. Así que al final aquella circunstancia que carecía de importancia...