Ayer comenté en las redes sociales que me parecía indecente que la Liga de Fútbol Profesional se alineara con un club que había cometido una liegalidad y que la patronal de Primera y Segunda debería repudiar a un club que se salta la ley a la torera y no apoyarle como hizo al cuarto de hora de saberse el castigo. Hoy, aquí, quiero ser todo lo exacto y justo que no fui en mi cuenta de Twitter: me parece indecente que Javier Tebas se alinee con un club que ha cometido una ilegalidad y creo que debería haber hecho justo todo lo contrario, repudiarle por saltarse la ley a la torera. Sí porque ha sido Tebas, y no el organismo que preside y al que no ha consultado a la hora de calcar el comunicado oficial del Barça nada más conocerse la sanción del Tribunal de Arbitraje Deportivo, quien ha decidido por su cuenta y riesgo apoyar al club catalán; Miquell Cardenall i Carró tuvo al menos la honradez de firmar con su nombre y apellidos aquel estrafalario articulito de El País sin implicar en su torpe aventura al Consejo Superior de Deportes.
El problema no es otro que la diferencia de trato, todo se reduce a eso. Si presides un club de fumadores de pipa y dejas a un socio que entre fumando un puro te encontrarás con que tarde o temprano todos querrán hacer lo mismo y que alegarán en su defensa para hacerlo aquel día que a aquel socio le dejaron entrar en el club fumando un puro. Que Tebas ha decidido él mismo con su propio organismo y sin encomendarse a nadie apoyar al Barcelona lo prueba el hecho de que en Málaga, que también tiene un club en la LFP, estén que lo fuman precisamente en pipa y no en puro porque la patronal del fútbol miró descaradamente hacia otro lado y se puso a silbar El puente sobre el río Kwai cuando al equipo malacitano le castigaron con dos años de exclusión de las competiciones europeas, luego reducido a uno. Parece que Tebas sí habló (¡por supuesto!) en defensa del Málaga pero ni hubo comunicado ni la Liga como tal se posicionó del lado de su socio como sí ha hecho ahora, con una rapidez a la hora de desenfundar que haría palidecer al mismísimo William H. Bonney, más conocido como Billy el niño, con el Barça.
Con las uvas casi en la boca, Javier Tebas baja el telón a un 2014 plagado de afán de protagonismo, indisimulable vanidad y necesidad imperiosa de ser el centro de todo. El Fútbol Club Barcelona ha hecho también esto rematadamente mal, lleva litigando con la FIFA por el caso de los menores de edad desde febrero de 2013, fue sancionado en abril de este año y el castigo de dos "periodos" sin poder fichar fue ratificado en agosto, el club azulgrana apeló entonces al TAS y éste acaba de ratificar la sanción. Es más, el 5 de abril y con motivo de un partido liguero contra el Betis en el Camp Nou, el presidente okupa y sus alegres muchachotes decidieron colgar una pancarta gigante en el lateral del estadio con la siguiente leyenda: "La Masía no se toca". Lo que no se toca, Bartomeu, y menos con ese historial suyo al frente del Barcelona, son las narices a la FIFA. Y es que en Can Barça han debido pensar que fuera son tan tontos y tienen tan poca dignidad como aquí dentro y que ya asomaría la patita Joseph Blatter en cualquier momento y firmaría un artículo en El País defendiendo la "marca España".
PD: Mundo Deportivo y Sport van a recordar que Blatter es socio de honor del Real Madrid en tres, dos, uno...