El Cholo comienza a ser el Cholo, el auténtico. Empezó poco a poco, en plan zen como el maestro Yoda: "Partido a partido irás y así no te quemarás", y cosas así. Puro marketing. Y del Cholo se pasó al cholismo. Es curioso porque el entrenador nos hizo olvidar un poco al jugador que era Simeone, un centrocampista durísimo y que no solía hacer prisioneros. Su Atlético de Madrid es así, un equipo que plantea cada duelo individual como si se tratara de la mismísima guerra del Vietnam. Y es lícito, por supuesto. Pero el Simeone entrenador sigue siendo, claro, el Simeone jugador, y no hay más que verle gesticular, moverse y corretear por la banda. Por cosas más livianas que las que hace Diego Pablo en el banquillo rojiblanco, el periodismo deportivo español se encargó de expulsar de España a Mourinho, el ídolo del Cholo.
Pero a Simeone se le consiente todo, también que se meta hasta el centro del terreno de juego en una final de la Champions o que se enzarce falsariamente con un chaval de 20 años que no ha roto jamás un plato en su vida. Aquello se tapó porque al periodismo deportivo le cae bien en líneas generales Simeone. Mourinho caía mal y salió de España con los dos pies por delante. Yo también pienso que Simeone es un pedazo de entrenador. Y que nadie se equivoque: habría querido tenerlo en mi equipo como jugador. Con Simeone acompañando a Redondo en el centro del campo, que era la idea original, es probable que el Real Madrid tuviera hoy en sus vitrinas once o doce Copas de Europa. El Mono Burgos también cae bien, de ahí que se pasara en su día de puntillas cuando le dijo al entrenador del Madrid que le iba a arrancar la cabeza o cuando casi se come a Delgado Ferreiro.
Y como el Cholo cae bien y el Mono cae aún mejor, seguro que vuelve a pasarse de puntillas por la bofetada que, sabedor de cómo está el asunto de Di María en el Madrid, le dio el entrenador del Atleti a Ancelotti, que es todo un caballero. En realidad, diciendo como dijo Simeone que Di María, que casi no jugó ayer, era el mejor futbolista del Real Madrid, lo que estaba haciendo en el fondo no era más que cuestionar tácticamente al técnico italiano. Mourinho le habría puesto en su sitio. Mourinho habría dicho algo así como "a mí me parece que el mejor jugador del Atleti es Leo Baptistao", pero Ancelotti eligió una tercera vía... que desde ya mismo advierto que no funcionará con Simeone. Porque, aunque poco a poco, el jugador está devorando al entrenador, que jamás fue ni por lo más remoto el maestro Yoda.
PD: ¿Al Real Madrid no le pitan los penaltis para equilibrar los presupuestos o cómo funciona la cosa?...