Atlético y Athletic tienen la negra. Enrique Cerezo está mortalmente enfrentado con la Liga (y con la razón de su parte) a propósito del espinoso asunto de los horarios y, por si eso fuera poco, Juanfran se acaba de lesionar en el bolo que la selección ha disputado en las Américas; en ese sentido, el lema del Estado Libre Asociado de Puerto Rico ("Joannes est nomen elus", "Juan es su nombre") fue premonitorio. Del Bosque, que afirmó en la víspera que el partido no era inoportuno, aseguró que el objetivo era que ningún jugador saliera lesionado del campo, pero no ha sido así: todo hace indicar que, a expensas de las pruebas que le realicen hoy mismo al crevillentino, éste podría perderse el primer partido liguero y posiblemente la Supercopa, a la que el equipo madrileño llegará en peores condiciones que el Chelsea debido a la incomprensión e insolidaridad de los clubes.
Pero tranquilos que no pasa nada: seguro que Cerezo recibe una llamada de Angel María Villar preocupándose por el chico, ¿a que sí?... España no aprendió nada, los futbolistas llegarán agotados, la Liga empieza el sábado y el único internacional del Atlético de Madrid regresa lesionado... ¿Inoportuno?... ¡No, qué va, son imaginaciones mías!... Al fin y al cabo la federación española hizo caja que era de lo que se trataba, ¿verdad?... Y si los problemas de Cerezo tienen una difícil solución, menos aún la tienen los de Urrutia. Es seguro que al Athletic se le marcha Llorente y, según lo que se rumoreó ayer, es también probable que el Bayern pague 40 millones de euros, que son los que aparecen en su cláusula de rescisión de contrato, y se lleve a Javi Martínez.
Urrutia, eso sí, puede ver la botella medio llena: al menos Martínez no acabará fichando por el Real Madrid, que era de lo que se trataba, y no será manteado en San Mamés. Pero sin dos de sus principales puntales y con Bielsa enfrentado a la directiva por unas obras y con la espada de Damocles permanente del "que si me voy, que si me quedo, que si me voy, que si me quedo", la verdad es que el inicio de temporada de los leones no augura nada bueno. Mi amigo Lartaun de Azumendi, bilbaino y más del Athlétic que Telmo Zarra, dijo ayer algo sensatísimo en twitter: Quien paga la cláusula de rescisión de un jugador tiene que estar dispuesto a que se la paguen a él. El Athlétic pagó seis millones de euros por el chico a Osasuna en 2006 y, si se confirma la noticia, seis años después recibirá casi siete veces más. Martínez está amortizadísimo, sí, pero si quisiera quedarse en el Athletic lo haría; sucede que, como Llorente, igual también quiere mejorar, ¿o no?...