Habría que afinar mucho para decidir cual de estos cuatro futbolistas de campanillas ha resultado más intrascendente en la reciente historia del Real Madrid: Robinho, hoy en las filas del Manchester City, Robben, recientemente traspasado al Bayern de Munich, Sneijder, que acaba de fichar por el Inter de Milán, y Van der Vaart, todavía jugador merengue aunque por poco tiempo. En mi opinión, el más decepcionante de todos, porque era el que más nombre tenía al llegar, ha sido Robben: mucho ruido y pocas nueces. Sé que a Robben le molesta que digan de él que es un jugador de cristal pero es que desgraciadamente lo es. Robinho era la nueva perla brasileira, el Pelé nuestro de cada día, pero cincuenta bicicletas después nos dimos perfecta cuenta de que aquel chaval sólo tenía del mejor los humos y que se quedaría estancado. De Van der Vaart poco más se puede añadir salvo que, al parecer, según los últimos rumores, ha estado por Madrid este último año.
Sneijder tenía menos nombre que Robben aunque eso no quisiera decir que varios clubes españoles, destacadamente el Valencia, e italianos le tuvieran entre sus objetivos. La expectación que generó el fichaje de Sneijder fue mucho menor que el de Robben porque al segundo lo venía prometiendo Ramón Calderón desde tiempos inmemoriales (aquella famosa letanía de "Kaká, Cesc y Robben") y cuando al fin vino destrozó muchas ilusiones. Cuando no estaba lesionado, que era casi siempre, se encontraba en proceso de recuperación y cuando estaba recuperado del todo era inevitable que los aficionados se preguntaran inconscientemente cuándo volvería a recaer. Para más inri, en aquellos breves instantes de normalidad física Robben pretendía demostrar en muy poco tiempo que no se habían confundido con él. Yo creo que es un gran futbolista con una tendencia anormal a romperse por cualquier cosa.
Al irse, Sneijder ha comentado que el Real se ha portado muy mal con él. Eso es así porque hay muchos futbolistas que se preguntan qué puede hacer el Madrid por ellos y no qué pueden hacer ellos por el Madrid. Lo que hizo el Madrid por Sneijder está claro: pagó por él 27 millones de euros y le firmó un contrato millonario por cinco temporadas; ahora ha tenido que venderlo por 15 millones y gracias. Lo que al parecer ha hecho Sneijder por Madrid (por la ciudad de Madrid, no por el Real Madrid Club de Fútbol) ha sido aprenderse de carrerilla los nombres de todos los locales nocturnos. Decididamente y de una vez por todas convendrá aclarar que el Real Madrid no es una ONG sino un equipo de fútbol campeón que necesita jugadores ganadores. Robinho, Robben, Sneijder y Van der Vaart son cuatro buenos futbolistas que, por unas u otras razones, no pudieron o no supieron alcanzar el nivel que exige el mejor club del siglo XX según la FIFA. Que pase Ribéry.