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El penúltimo raulista vivo

Pues a mí "no me gusta", Peruga, "no me gusta"

La jornada arbitral en España, y no me refiero sólo al fútbol, ha sido para echarse a temblar este fin de semana. En el Eibar-Barcelona, el colegiado Hernández Hernández dejaba de pitar un claro penalti cometido por Busquets sobre Kike García cuando el marcador aún reflejaba el 0-0 en el marcador; no contento con eso, el árbitro canario ajustició al equipo local mostrándole la segunda cartulina amarilla a Orellana por desplazar el balón y luego dejó sin castigo una acción similar del uruguayo Luis Suárez, que, de haber sido amonestado, habría podido continuar sobre el terreno de juego. En el Málaga-Valencia, Trujillo González anulaba un gol legal del equipo local, que en ese momento suponía el 2-0, tras inventarse una falta de Diego González que sólo vio él puesto que el juez de línea ni abrió el pico ni levantó el banderín.

En el partido que enfrentó a la Unión Deportiva Las Palmas y el Sevilla, Iglesias Villanueva anulaba un gol legal del equipo local que habría supuesto el empate a dos, puesto que la jugada se produjo en el último minuto de partido. Ni Barça ni Valencia, que venía de ser también ampliamente beneficiado en su partido contra el Levante de la jornada anterior, ni tampoco Sevilla deberían haber sumado los 3 puntos... pero los sumaron pese a todo por una o varias decisiones arbitrales erróneas. En baloncesto la cosa ha sido aún peor, y no precisamente por el fallo garrafal de Carlos Peruga en la última jugada de la final de Copa entre el Real Madrid y el Barça, que acabó ganando éste último, sino por algo lamentable que ha sucedido después.

Peruga, que era el árbitro que estaba mejor colocado en la falta que Claver comete sobre Taylor y que, de haberse señalizado, podría haber llevado el partido a la prórroga, dio un 'me gusta' a un zasca que un aficionado le propinó vía Twitter a Doncic, que, eso es cierto, estuvo muy desafortunado. Luka dijo que, a pesar de la derrota, estaba orgulloso de su equipo, un ciudadano le respondió con un "pues vaya partido que has hecho" y el árbitro que no pitó la jugada clave que podía haber desembocado en una prórroga y quién sabe si incluso en una victoria madridista, le dio al 'me gusta'. Desde que acabó el partido hasta esta misma mañana la gente se ha preguntado cómo es posible que Peruga no viera la falta de Claver sobre Taylor pero su "me gusta" al palo que un aficionado le dio a Doncic han destatado definitivamente las especulaciones.

¿Peruga no vio o no quiso ver? ¿O vio pero pensó en la que se le venía encima si pitaba algo que realmente había sucedido sobre la pista y decidió no pitarlo? ¿Decidió Peruga con su inacción que, puesto que el Barça había llegado a aventajar al Madrid en 16 puntos, el equipo de Pesic era, a fin de cuentas, un justo y merecido campeón? Y si Peruga no vio una acción tan clara y tan determinante como esa, ¿puede seguir pitando partidos de baloncesto al máximo nivel? Y algo más: ¿Cómo se puede ser tan inmensamente torpe como para darle un 'me gusta' a una crítica de un aficionado a un jugador del equipo al que acabas de perjudicar notablemente y en una red social que se estima que tiene más de 500 millones de seguidores en el mundo?

Lo mejor (o lo peor, según se mire) no es eso sino que, consciente al fin de que su comentario podía ser malinterpretado, Peruga lo borró. ¿Lo pone y luego lo borra? Yo creo que Peruga es consciente de que ayer perjudicó notablemente al Real Madrid y que, con su 'me gusta', lo que pretendía hacer no era otra cosa que justificarse: "Es verdad, yo estuve mal, pero el partido no lo perdí yo, lo perdieron los jugadores. Excusa de mal pagador. Los árbitros no sólo pueden ser infinitamente mejores sino también más listos. A mí, Peruga, tu 'me gusta' no me gusta. ¿Y sabes por qué no me gusta tu "me gusta", Peruga?... No me gusta porque te deja sin coartada y te sitúa en la escena del crimen deportivo. No sólo hay que ser honrado, querido Carlos, sino también parecerlo y sinceramente, con ese gesto tuyo en una red social tan anónima como Twitter, que sólo genera 65 millones de tuits diarios, nos lo pones muy difícil, tan difícil que es imposible. Doncic entrenará más, mejorará con el tiempo y, aunque yo crea que nunca llegará a ser Petrovic, algún día jugará en la NBA. ¿Y tú, Peruga, mejorarás tú? ¿Mejorará Hernández al cuadrado? ¿Lo hará Trujillo González? ¿E Iglesias Villanueva? ¿Quién les apretará para que mejoren? ¿Y cómo aprenderán de sus errores si estos no acarrean consecuencias? Las respuestas a esas seis preguntas son, y por su orden, las siguientes: "No", "no", "no", "no", "nadie" y "de ningún modo". Definitivamente le doy al 'no me gusta'.

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