Mi candidato número uno para ganar el Balón de Oro, y más aún tras la clasificación de Portugal para la final de la Eurocopa, es Cristiano Ronaldo. Lo es desde que conquistó la Champions puesto que los votantes de este galardón individual que señala al mejor futbolista de la temporada suelen premiar los éxitos con los clubes y, después, si acaso, los triunfos con la selección. Conocedores de que desde hace más o menos un mes apuesto por Cristiano, que aún podría añadir a su "lista de la compra" la Supercopa de Europa a principios de agosto, ha habido muchos aficionados que se han dirigido a mí para preguntarme por Antoine Griezmann, también finalista de la Euro con Francia y pichichi con seis goles. Trataré de explicar razonadamente aquí por qué Griezmann, que es un jugadorazo, no puede ser este año en ningún caso Balón de Oro ni aunque su selección gane a la portuguesa el domingo que viene...
1) Lo primero que tengo que decir es que me encanta que a Griezmann no le suceda lo que habitualmente le pasa a Cristiano y que no le recuerden y le echen en cara los goles que ha marcado desde el punto de penalti. Antoine ha marcado seis goles, uno de ellos desde el punto de penalti, y Cristiano ha logrado tres, ninguno de penalti. Pero el penalti es una suerte más del juego, como el remate de cabeza o el regate. Por lo demás, el penalti nunca tiene valor... salvo cuando se falla: que le pregunten a Griezmann, por ejemplo, por el que falló contra el Real Madrid en la final de la Champions. Me gusta que no se recuerde que el máximo goleador de la Eurocopa ha marcado uno de sus goles de penalti, aunque estoy convencido de que si se tratara de Cristiano ya habría alguien que se habría encargado de dejar su casillero en cinco. Pues no, Griezmann lleva seis, todos legales y todos muy meritorios.
2) La Eurocopa empezó a disputarse en el año 1960 y el Balón de Oro comenzó a concederse cuatro años antes, en 1956. Hay por lo tanto algo irrefutable: siempre que ha habido Eurocopa se ha entregado un Balón de Oro, o sea catorce veces. De esas catorce veces únicamente en cinco ocasiones en los últimos cincuenta y seis años, o sea menos de la mitad, un jugador que ganó la Eurocopa se alzó también con el Balón de Oro. A Griezmann, pues, se le van reduciendo las posibilidades.
3) Los ganadores del Balón de Oro que, además, ese año conquistaron la Eurocopa con su selección fueron Franz Beckenbauer en 1972 con Alemania, Karl-Heinz Rummenigge en 1980 con Alemania, Michel Platini en 1984 con Francia, Marco Van Basten con Holanda en 1988 y Matthias Sammer con Alemania en 1996. Pero todos, los cinco, ganaron además títulos con sus respectivos clubes: Beckenbauer, Rummenigge y Sammer la Bundesliga, Platini la Liga y la Recopa y Van Basten el Scudetto. Nunca, jamás a lo largo de la historia se ha premiado con el Balón de Oro a un jugador sólo por ganar una Eurocopa.
4) De lo anteriormente expuesto se infiere que, a ojos de los electores, una Eurocopa por sí sola no sirve para ganar el Balón de Oro sino que el título con la selección debe ir acompañado siempre por uno o dos con el club al que pertenezca el jugador. Por eso, y por mucho que Francia gane la Eurocopa y Antoine se convierta en el máximo goleador del campeonato, el gran delantero rojiblanco no tiene a mi modo de ver la menor posibilidad de ser elegido como el mejor futbolista del año 2016. Mi candidato es Cristiano.