Sigue la increíble racha de imbatibilidad de Mourinho en sus casas. Ocho largos años lleva el gran entrenador portugués sin perder ni uno sólo de los partidos jugados en Oporto, Londres, Milán y, ahora, Madrid. Pero el debut en el estadio Santiago Bernabéu no ha sido el esperado, la música de viento ha vuelto a despedir al equipo en el descanso y José ya empieza a saber cómo se las gastan sus nuevos aficionados. Preguntado el otro día precisamente por eso, por el nivel de exigencia de los seguidores merengues, Mourinho dijo que también habían sido muy exigentes sus otros aficionados. Nada de eso, nada que ver. A la afición del Real Madrid le da lo mismo que te llames Di Stéfano, Raúl, Muñoz, Butragueño y, por supuesto, Mourinho. La afición del Madrid vive día a día, hora a hora, minuto a minuto, segundo a segundo.
Probablemente por eso aceptó la oferta de Florentino Pérez el nuevo entrenador, por ponerle un poquito de pimienta y de riesgo a su aburguesada vida. Y es que eso de que te hagan la pelota todo el día debe resultar muy aburrido. Si lo que pretendía Mourinho diciéndole que sí al Madrid era venir a un club cuyos seguidores se pasaran ampliamente por el arco del triunfo todos y cada uno de sus éxitos pasados no puedo por menos que decirle que acertó de pleno. El Madrid ha jugado tan mal contra Osasuna como lo hizo en su debut ante el Mallorca y ha exhibido más o menos los mismos problemas que tenía el equipo de Pellegrini, y eso por irme al más reciente. Vuelvo a decir lo que dije el otro día: Mourinho dará con la tecla, pero, hasta que lo logre, será divertido asistir a estas escenas futbolísticas de matrimonio entre el técnico y su nueva afición: ¿para quién será el edredón en invierno?
Seguro que el mal partido madridista y el pírrico marcador a favor de los blancos se habrá visto aliviado (en parte, sólo en parte) por la sorprendente victoria del recién ascendido Hércules en el Nou Camp. Quién lo iba a decir. El Barcelona ha jugado aún peor que el Real Madrid y ya empieza a hablarse otra vez de la cortedad de la plantilla azulgrana, todo un clásico. Convendría recordar que también arrancaron los culés la Liga de hace dos años perdiendo con el Numancia y luego pasó lo que pasó, la gran diferencia entre aquella derrota y la de esta tarde es que Guardiola no está en absoluto en entredicho. Lo cierto y verdad es que hoy el Madrid se acuesta un puntito por delante del Barcelona. Si la Liga acabara mañana... la ganaría el Atlético de Madrid. Seguro que Cerezo firmaba.