Cosas que creo: creo que, a lo largo de los 180 minutos de eliminatoria jugados, el Barcelona fue mejor que el Valencia y mereció pasar a la final de la Copa del Rey; también creo que en el minuto 17 del encuentro celebrado en Mestalla, el árbitro González González debió expulsar a Pinto por claras manos fuera del área y que, por lo tanto, habiéndose quedado en buena lógica con diez jugadores el equipo de Pep Guardiola, obligado a reorganizarse y teniendo que jugar durante 73 minutos con un futbolista menos y fuera de casa, esa acción determinó clarísimamente el devenir de la semifinal y hubo otra eliminatoria, más justa, que no sabemos cómo habría acabado de haberse disputado finalmente. Sinceramente, la expulsión de ayer de Feghouli, injusta a todas luces, no me pareció tan determinante como la no expulsión de Pinto puesto que el Valencia no aprovechó sus ocasiones y su superioridad, que también la hubo, y porque, como decía, todo llegaba "atado y bien atado" al partido del Camp Nou.
Enhorabuena a ambos finalistas, al Athletic Club de Bilbao y al Barcelona. Sobre el primero tengo que decir que estoy y no estoy de acuerdo con Javier Clemente, de quien comprendo que siga sangrando por la herida; estoy de acuerdo con él en que este equipo no ha ganado nada aún, pero no puedo estarlo en que no juegue mejor al fútbol ahora de lo que lo hizo, por ejemplo, con Caparrós, y eso que Joaquín hizo una gran labor; Bielsa le ha dado la vuelta al Athletic, convirtiéndolo en un equipo que juega bonito y al que es muy difícil ganar. Sobre el segundo tengo que decir que es muy difícil lograr lo que está logrando y que su afición debe disfrutar de un momento histórico. De esta Copa, sin embargo, me quedó con la heroicidad del Mirandés, que murió en la orilla de San Mamés pero intentando matar con sus propias armas.
Eso sobre los finalistas. Y ahora, sobre el escenario de la final, lo primero que tengo que decir es que para que un club ceda su estadio, y salvo que haya deseo expreso manifestado públicamente por parte de un tercero, tiene que producirse antes la petición de la federación. En el caso del estadio Santiago Bernabéu, propiedad del Real Madrid mientras no se demuestre lo contrario, el club ya se ha encargado de desactivar el runrún que inició Ander Herrera (¡gran pelotero!) alegando obras en la sillería y los cuartos de baño que, desafortunadamente para todos, coincidirán en el tiempo con la disputa de la final. Mejor eso, supongo, y también más diplomático, imagino, que tener que salir diciendo que el Bernabéu no se presta para que se le falte gravemente al respeto al jefe del Estado o se abuchee el himno nacional español. Otra utilidad del váter.