Todo depende de la percepción que del partido tenga el jugador. Es posible que en algunos partidos que los futbolistas, y no sólo la BBC, percibieran como de menor importancia, el Real Madrid haya tenido cierta tendencia a acabar haciéndose más largo, a partirse; pero no recuerdo la última vez que eso pasó en un partido grande de verdad, y todos los de la Champions lo son; más aún uno, como el de hoy, en el que tienes que defender un 3-1 de la ida y que tiene como premio la clasificación para los cuartos de final de la Copa de Europa. Zidane saldrá con la BBC por la sencilla razón de que no hacerlo sería renunciar a alinear a los mejores, y el equipo no se romperá porque los de arriba interpretarán rápidamente que el partido no está para bromas: un 2-0 te manda para casa.
Antes se le achacaba al Real Madrid que no solía responder ante los grandes. Pues bien, este año está ocurriendo todo lo contrario. El Madrid vapuleó al Atleti en el Calderón, zarandeó al Sevilla en el Sánchez Pizjuán pese a que acabara perdiendo el partido en 5 alocados minutos y compitió de tú a tú con el Barça en el Camp Nou, en un partido que empató a 1. Es, como reconoce hoy Gareth Bale en una entrevista que recoge ESPN, en esos partidos que el jugador ve como menos "potentes" en los que se cree con derecho a levantar el pie del acelerador en la segunda mitad. Pero así también se pierden Ligas. Hoy no sucederá eso porque nadie tiene que explicarle a un jugador del Real Madrid lo que supone clasificar al equipo para los cuartos de final de la Copa de Europa.
Así que, en el fondo, Zidane tiene mucha razón cuando dice que no es cuestión de sistemas sino de actitudes. Este Real Madrid tiene probablemente la mejor plantilla de toda su historia, de ahí justamente que, cuando falla la actitud de algún futbolista más titular, inmediatamente se mira al banquillo y alguien se pregunta: "¿Y por qué no éste?"... El Madrid visita hoy el infierno de Nápoles. Cuando el equipo de Sarri visitó el Bernabéu en la ida hubo quien nos torpedeó cantando las excelencias de los italianos y la sabiduría de su entrenador, que se las sabe todas: 3-1. Después de eso, el Naṕoles entró en una profunda depresión que le llevó a perder algunos partidos de forma inexplicable. Parece que se ha rehecho, pero, aún así, yo creo que el Nápoles es peor equipo que el Madrid. A igualdad de tensión, a igualdad de concentración, a igualdad de actitud... el Real no debería tener problemas. Pero, Gareth, no es un partido para levantar el pie del acelerador.