El orígen del problema del actual Atlético de Madrid, porque habría que recordarle a las nuevas generaciones de colchoneros que hubo otros Atléticos mucho mejores que el de Ujfalusi, no es la falta de calidad futbolística, que también, sino de sus directivos. A mí me cae muy bien Cerezo; no puedo decir en absoluto que sea amigo mío, pero es uno de los pocos directivos con los que me atrevería a charlar sobre mil cosas, entre ellas el cine. Pero, por muy bien que me caiga Enrique y muy "salao" que sea, tiene que darse cuenta de que el proyecto, si es que alguna vez existió tal cosa con los actuales propietarios, ya no da más de sí. Podrán estirar el chicle hasta que se rompa, podrán darle colorete al muerto con un Tiago o dos, pero el cadáver no va a resucitar. Es como el chiste de Duis Dodíguez: "¡ni mejoda ni mejodadá en el futudo. Está muedto!"... Pues eso: está muedto.
Si los propietarios tuvieran un poquito de sentido común y de verdad quisieran tanto al Atlético de Madrid buscarían soluciones. Y la única solución que yo veo ahora mismo es la regeneración de la entidad de arriba abajo. Si los Gil y el propio Cerezo pensaran sólo en el beneficio para el equipo de sus amores irían trabajando en una idea nueva para la próxima temporada, una idea que, por supuesto, no les incluyera a ellos ni a ninguno de los que les rodean. Porque en este Atlético de Madrid triste y deprimido no fallan sólo los directivos y los jugadores, falla todo: la política de comunicación, por poner un ejemplo que afecta a los periodistas, es un absoluto desastre. Habrá quien piense que las emisoras de radio no quieren hablar con los futbolistas del Atlético de Madrid porque se maltrata al club en beneficio del Madrid: falso. Es más difícil hablar con un jugador del Atleti que con el Rey Juan Carlos. Y así no van a ningún sitio.
Sé que esto que voy a decir puede decepcionarle un poco, pero allá va: Quique, tú no estás aquí para luchar por la Champions ni para meterte entre los cuatro primeros de la Liga sino para salvar los muebles y evitar el descenso de categoría. ¡Ojalá todo se solucionara con una demagógica carrerita por el prau!... Un periodista le preguntó una vez a Luis Aragonés acerca de la revolución de una alineación: "¿Revolución?... Aquí la única revolución que hay es la de Fidel Castro". Tengo el pálpito de que Quique, que hace dos meses estaba feliz como una lombriz con la plantilla que tenía, está ahora tan decepcionado que ya sólo piensa en venderse a sí mismo como un hombre con el carácter sufuciente como para dejar fuera del equipo a Forlán y Simao. Pero, querido Flores, Forlán y Simao es, junto al Kun, lo único que tienes. Tendrás que explicar por qué te ha decepcionado el Bota de Oro a quien el club no quiso vender hace seis meses al Real Madrid por una auténtica millonada. Aunque ya digo que ese es un problema concreto que no afecta a la mala situación general del club, si acaso la agrava un poco. Porque el proyecto, como le pasaba a Duis Dodíguez, está muedto.