A mí las ruedas de prensa de Mourinho me parecen divertidísimas. A veces digo medio en broma y medio en serio que el Real Madrid debería pensarse seriamente si pasarlas por pay per view. No están los tiempos para ir por ahí regalando el dinero y está claro que todo lo que diga o deje de decir el entrenador del club blanco es otro activo más que debería poderse explotar. ¿Por qué no?... La expectación generada por las palabras de Mourinho es similar a la que pueda producirse ante un libre directo de Cristiano, una galopada por la banda de Di María o un paradón de Iker; todo el mundo aguza el oído cuando va a hablar el portugués: las televisiones y radios que pueden hacerlo interrumpen su programación habitual para ofrecer sus comparecencias en directo, los diarios digitales analizan minuto a minuto sus ruedas de prensa y las redes sociales repiquetean sus palabras lanzando señales de humo a sus seguidores: "Ahora ha dicho esto, ahora esto otro, seguiremos informando"...
Paradójicamente, cuando Mou manda por delante a Karanka se produce un desinflamiento y enfado generalizados, como si a los periodistas nos hubieran quitado de repente la piruleta de la boca o no nos dejaran subirnos a la Montaña Rusa. Quienes peor lo pasan, sin duda alguna, son los antimourinhistas, enemistados personalmente con el técnico merengue pero atados a él por sus jefes como el capitán Ahab a la gran ballena blanca, forzados a seguir todas y cada una de sus palabras y probablemente obligados también a realizar la pregunta más provocadora para ver si ese día hay suerte y el entrenador salta. No es nada nuevo, claro; recuerdo que en la primera etapa de John Toshack en el banquillo del Real Madrid cruzábamos apuestas entre nosotros para ver quién recibía más veces como respuesta el famoso "no comment".
El caso es que un titular de Mourinho vale su peso periodístico en oro. Y regala portadas: ¿Qué sería de Mundo Deportivo o de Sport si no fuera por el técnico del Real Madrid?... Con todos mis respetos, no creo que el papel sobreviviera demasiado tiempo con las ruedas de prensa de Tito Vilanova; me atrevería a decir que el periobarcelonismo necesita infinitamente más a Mourinho que Marca o As. No tengo los datos pero estaría por asegurar que más del cincuenta por ciento de las portadas de los diarios deportivos catalanes tienen como protagonista al portugués. Ayer, en su última rueda de prensa hasta la fecha y por si aún quedaba alguna duda, Mou se atribuyó la máxima responsabilidad del nefasto arranque liguero de su equipo. Eso no era, por supuesto, lo que preferían escuchar sus adversarios, pero da igual porque tras las ruedas de prensa de Mourinho empieza otro proceso distinto, el de la reinterpretación de todas y cada una de sus palabras, qué habrá querido decir con esto, qué con aquello y por dónde anda el mensaje subliminal. Lo dicho: Mou por pay per view.