El inspirador de la campaña "Todos Somos Leo Messi" no es otro que el actual secretario de lo que nos queda de Estado para lo que nos queda de Deporte, Miquell Cardenall i Carro. A propósito del espinoso asunto de Neymar, Cardenall firmó (no sé si escribió) un artículo en El País el 3 de marzo de 2014 titulado "Orgullosos del Barça" en el que, coma arriba y acento abajo, sugería las líneas maestras generales de la actual campaña a favor de Messi, condenado a 21 meses de prisión, que no cumplirá, por el delito de fraude fiscal. Hace dos años y cuatro meses, Cardenall decía cosas como estas: "Me rebelo a la desmesura a la que asisto, cuando el club es acosado y acusado", "El Barcelona podría presumir de ser el equipo que más impuestos genera" o "El Barcelona tenía motivos para sostener la convicción de que actuaba conforme a la legalidad".
Es como si los asesores del portavoz culé, Josep Vives, se hubieran limitado a copiar y pegar el artículo de Cardenall i Carro, borrando, eso sí, el nombre del Barça y sustituyéndolo por el de Messi, contra quien se ha iniciado una "cacería". Hoy no es el Barça quien paga más impuestos sino Messi, que es el primer contribuyente de España. Hoy no es el Barça quien tiene la convicción de haber hecho las cosas conforme a la legalidad sino Messi, que no sabía nada de nada y confiaba en su papá. Lo que está haciendo hoy la junta directiva del Barça es seguir los pasos del máximo responsable del deporte español, un alto funcionario del Estado, a la sazón catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, que ya dejó caer en aquel artículo infame la posibilidad de que efectivamente se estuviera persiguiendo al Fútbol Club Barcelona... desde otros organismos del Estado. Sublime.
Aquel artículo, como digo, fue firmado por Cardenall un 3 de marzo de 2014, y ayer, 12 de julio de 2016, dos años, cuatro meses y 9 días después, se supo que el Fútbol Club Barcelona, que estaba siendo acosado por el opresivo Estado español según el máximo responsable del deporte en España, efectivamente admitió en el pacto de conformidad al que llegó con la Fiscalía y la Abogacía del Estado haber delinquido al simular contratos para ocultar el salario de Neymar y defraudar al fisco: "El contrato y pago se realizaron con la intención de ocultar la verdadera operación realizada" y "el club, siguiendo instrucciones de los que controlaban, no hizo la retención de la Renta". El remate final de la jugada es que Miquel Cardenall, que fue la musa del Barça, criticara ayer la campaña de apoyo a Leo Messi, inspirada en su artículo de El País. Dimitir es un nombre ruso.