A Eric Abidal le regalaron el día de su despedida como culé una camiseta enmarcada con la leyenda Merci Abi. Hubo lágrimas, caras desencajadas, abrazos y palmas... y luego el club le pegó una patada en el culo que nos dolió e indignó a todos. No creo que sea nada descabellado afirmar que el Fútbol Club Barcelona del seny y los valores, el Barça que predica un estilo y que presume de ser algo más de lo que realmente es, o sea un equipo de fútbol, ha utilizado a Abidal como un elemento más de esa dulzona y poco creíble campaña de marketing que lleva a cabo desde tiempos inmemoriales. Si a mí, que no soy ni familiar ni amigo del jugador francés, me sentó francamente mal la envolvente que le hicieron al chaval tras haber superado un cáncer y después de haberle prometido el oro y el moro, no quiero ni pensar qué irán diciendo por ahí del Barça quienes realmente quieren al jugador.
Sí sabemos, sin embargo, algo más de lo que piensa el propio Eric. Ya nos ofreció un pequeño adelanto de lo que pensaba el mismo día del montaje con Zubizarreta, alias Mister Tragaderas, pero es que ahora ha acabado de poner todos los puntos sobre las íes en el programa Luis Attaque que presenta el ex internacional Luis Fernández en Radio Montecarlo. Abidal se siente decepcionado y maltratado por la junta directiva, no entiende por qué le engañaron de esa forma después de que él luchara por ellos y se muestra indignado porque se ponga en duda su capacidad de seguir jugando al fútbol como profesional. No creo que sea esa precisamente la imagen que Sandro Rosell quería que se hiciera de su país por ahí fuera.
Sabemos lo que piensa Abidal de su situación y conocemos lo que piensan Cesc, Iniesta y Xavi... ¡de la suplencia de Casillas!... Resulta cuando menos paradójico que jugadores emblemáticos de la primera plantilla del Barcelona sean falsamente solidarios (porque lo único que pretenden, en el fondo, es la desestabilización del máximo rival deportivo) con una situación que no afecta a su equipo y que escurran sin embargo el bulto con un asunto tan grave y tan mezquino como éste y que ha colocado en el disparadero a uno de los suyos. Ya lo dice el refranero español, que es sabio: "Mucho te quiero perrito, pero pan poquito". Por cierto: si yo fuera Florentino Pérez ficharía a Abidal, que siempre me ha parecido un pelotero del máximo nivel.