Yo al único presidente de la federación española de fútbol que conozco profesionalmente hablando es a Angel María Villar. La federación se mudó de la mítica calle Alberto Bosch a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, pasaron Clemente, Camacho, Sáez y Luis, y colgaron las botas Zubizarreta, Hierro o Luis Enrique, pero él continúa ahí, firme como una roca de Bilbao, inasequible al desaliento, repitiendo las mismas cosas y no diciendo también las mismas, rodeado de los suyos, blindado por los palmeros. Incluso acabó aburriendo a Gerardo González Otero, su mano derecha durante diez años, y del sopapo que le dio en 2004 se le quitaron al gallego las ganas de repetir. No habría podido hacerlo, por otro lado, puesto que Villar ya se ocupó de reformar oportunamente el régimen electoral para que sus posibles opositores (me refiero, por supuesto, a Mateo Alemany, que fue el único que después osó asomar por allí la gaita) lo tuvieran imposible a la hora de hacerle frente.
Así que si no logra aburrirles con sus absurdas respuestas, los machaca con un reglamento hecho a su imagen y semejanza. Supongo que Clemente, que le estará eternamente agradecido por haberle catapultado al banquillo de la selección, repetirá el típico tópico de que no debemos meternos en el "fútbol español", que el "fútbol español" son ellos, unos señores muy sesudos que saben muy bien lo que nos conviene, y que ellos, representando precisamente al "fútbol español", han vuelto a elegir a Villar por sexta ocasión consecutiva. Pues si el "fútbol español" es eso, que Dios nos coja a todos confesados. El caso es que si a Villar le respetan las lesiones (que espero que sí: ¡larga vida a don Angel María!) estará ahí hasta 2012, y no me extrañaría nada que, tal y como está el patio, volviera a presentarse a la reelección y repitiera de nuevo mandato. De momento ha prometido que luchará porque nos concedan la organización del Mundial de 2018... ¿Alguien cree que Villar se retiraría si finalmente nos eligieran?
Me río yo de Pablo, de Pablito y de Pablete, de los tres. Crecí radiofónicamente con José María García repartiendo palos a diestro y siniestro contra la federación presidida por Porta, hasta el punto que los socialistas acudieron al rescate y se sacaron de la manga un decretazo para evitar que el catalán continuara asido al poder por más tiempo. Puesto que el decreto surgió con la única misión de ventilarse a Pablo Porta Bussoms y, de paso, a su perrito Oscar, pobre animalito, no tenía mucho sentido continuar con las carpas del circo levantadas y en 1996, doce años después de finiquitado Pablito, Pablete, decidieron plegarlas reformándolo otra vez para mayor beneficio, entre otros, del citado Angel Villar. Con sus nueve años al frente de la federación, Porta batió todos los records habidos y por haber... Villar ya lleva ahí veinte años y, puesto que él era el único candidato, el "fútbol español" acaba de elegirle por cuatro más. Es la fiesta de la democracia. ¡A bailar, a bailar, a bailar!...