En el año 2000, después de jugar en el Crystal Palace, Arsenal, West Ham United, Nottingham Forest y Burnley entre otros, Ian Wright recibió la Órden del Imperio Británico por sus méritos deportivos, y en 2005 ingresó en el English Football Hall of Fame. Con esto quiero decir que Wright, que es padre de Shaun Wright-Phillips, internacional absoluto con la selección de su país y en la actualidad futbolista del Chelsea, y de otros dos jugadores profesionales más (Bradley, que defiende la camiseta del Southampton, y Brett, que milita en la categorias inferiores del Reading) encarna mejor que ningún otro jugador lo que significa eso que tan pomposamente hemos denominado el espíritu del fútbol inglés. Cuando he dicho que Bradley, el mediano de los tres hijos de Ian que se dedican al fútbol, "defiende la camiseta del Southampton", no lo he dicho en balde porque efectivamente los jugadores ingleses, mejor o peor pagados, defienden las camisetas de los clubes a los que pertenecen. Puede que para nosotros ya no signifique nada, pero ellos lo tienen grabado en su cadena del ADN.
Espero que el párrafo anterior contribuya a explicar un poquito mejor a santo de qué Wright llama chupón, piscinero e inmaduro a Cristiano Ronaldo en su columna del Sun, y por qué un futbolista que jamás "defendió" la camiseta del Manchester United se ve en la obligación moral de salir en defensa de Alex Ferguson y del público de Old Trafford. Ferguson, que es un impresentable en muchas otras cuestiones, probablemente esté manteniendo la boca cerrada para impedir que le entre ningún moscón nuevo, pero, sin haber recibido (aún) la Órden del Imperio Británico, coincido plenamente con Wright en que la actitud en toda esta historia del crack portugués está siendo realmente impresentable. Como dice el ex jugador del Arsenal, Cristiano se ha convertido en un maldito gran futbolista que no sabe valorar lo que ese equipo hizo por él cuando nadie le conocía. A lo mejor Ronaldo ya está efectivamente maldito para la Premier.
La imágen del chico se está viendo perjudicada y, con ello, también está saliendo malparada la del Real Madrid. A Narciso le gusta mirarse en el espejo y sacudirles a los periodistas con una folha seca del estilo de "me gusta el blanco... de la selección". Aplausos. Pero Wright, que no escribe especialmente bien pero que tiene la rara virtud de llamarle al pan, bread, y al vino, wine, concluye con un rejonazo que a mí, si yo fuera presidente del club blanco, me dejaría bastante preocupado: "parece que sí estás preparado para fichar por el Real Madrid". Y es que la obsesión de Ramón Calderón por tratar de imitar a Florentino Pérez está llevándole a cometer tantos errores que no habría espacio suficiente en este blog para enumerarlos todos uno a uno. Es una lástima que la noche que F.P. fichó al otro Ronaldo, Calderón no acompañara a Jorge Valdano en el Master gratuito impartido al director deportivo por su antecesor en el cargo.