¿A santo de qué la afición del Athletic Club de Bilbao machaca a Llorente y salva a Martínez?... Muy sencillo: porque el segundo tiene casi confirmado su fichaje por el Bayern de Munich, que queda lejos, y con el segundo aún existe la posibilidad (remota, eso sí) de que se vaya algo más cerca. También es cierto que Fernando llegó a San Mamés en 1996 y Martínez lo hizo diez años más tarde, pero, siendo del todo estrictos con el término "canterano" ("Dicho de un deportista. Que procede de la cantera de su equipo"), ninguno de los dos, ni Llorente ni Martínez, se hicieron como futbolistas en Lezama. Tal y como yo lo veo si Fernando traiciona al Athletic, también está traicionándolo Martínez; si Llorente no entiende la especial sensibilidad del aficionado bilbaino, tampoco la comprende Javi; si uno se va por pesetero, también se larga por dinero el otro. No puede ser que Llorente quiera irse para ponerle más ceros a su cuenta corriente y Martínez vaya a hacerlo por un ambicioso proyecto deportivo.
Por cierto: ¿A nadie le extraña que los dos jugadores franquicia del Athletic se quieran ir precisamente después de una de las mejores temporadas del club?... Pues a mí sí. De Bielsa hablan maravillas públicamente todos los jugadores y repiten como papagayos que con él han aprendido un montón, que es un profesorazo, que sabe un montón de fútbol, pero ese aprendizaje no ha sido sin embargo capaz por sí solo de motivar lo suficiente a los dos pilares del equipo. Por ejemplo: Higuaín se iba a marchar del Real Madrid porque estaba muy molesto con Mourinho porque había contado más con Benzema que con él y porque no se llevaba bien con los portugueses (todavía recuerdo la "lectura de labios" a la que fueron sometidos Pepe y Cristiano durante la celebración de la Liga en el estadio Santiago Bernabéu); pues bien: Gonzalo va a ampliar su contrato y cobrando lo mismo. Queda claro que si el Pipita tuviera hijos tampoco los inscribiría en el Colegio de Lugano.
Parece que los "Supertacañones" del Bayern dieron ayer vía libre a la contratación más cara de la historia del club y, por ende, de la Bundesliga. El equipo alemán le dará el dinero a Javi y éste lo depositará en la Liga de Fútbol Profesional. Pero uno de los mandamientos sagrados del fútbol es el que dice eso de "Los jugadores juegan donde ellos quieren". Aún está a tiempo Martínez de decir que no, aunque lo más seguro es que diga que sí... ¿Y por qué?... Facilito: porque, como todos, él también ambiciona mejorar tanto deportiva como económicamente y sólo un ciego puede obviar el hecho de que hay un montón de cosas que le ofrece el Bayern que no está en disposición de darle el Athletic Club. Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio.