Miente, aunque eso ya no sea noticiable, descaradamente Guardiola cuando dice que en San Siro hubo dos penaltis claros y ellos no dijeron nada: Puyol dijo que el árbitro no había querido pitarlos, Xavi que el de Alexis había sido clamoroso, Valdés que ya cansaba un poco esta situación y Messi que él no había visto la jugada pero que le habían dicho que existía falta dentro del área; ahí están, para quien quiera comprobarlas, las declaraciones de estos cuatro jugadores culés, que no son precisamente poco importantes dentro de ese vestuario, o, sin ir más lejos, las imagenes de las palmaditas socarronas del propio Guardiola al asistente de Eriksson nada más acabar el partido. Miente, por lo tanto, el entrenador del Barcelona cuando dice que ellos no se quejaron y, por ende, también lo hace cuando afirma que sólo se habla sobre el campo, y ahí están para acreditar esto que digo las contínuas referencias de Rosell, Freixa o Villarubí o las de Godall hablando cual contable del "saldo arbitral".
Sobre los penaltis de la discordia: a mí me parece que el primero, el de Antonini, no ofrece lugar a dudas, pero que sobre el segundo, el de Nesta sobre Busquets con Puyol por medio, correrán ríos de tinta y se seguirá comentando dentro de varios años. El caso es que el balón aún no estaba en juego cuando Nesta hace exactamente lo mismo que hacen todos los defensas de todos los equipos del mundo a la salida de un saque de esquina: agarrar al contrario. La jugada es confusa, desde luego, aunque Guardiola tiene razón en que, reglamento en mano, un agarrón dentro del área es penalti; el problema viene cuando casi ningún agarrón dentro del área es señalizado (porque, de lo contrario, los partidos de fútbol acabarían con marcadores de balonmano) y cuando en esa jugada en concreto no sólo ha habido un agarrón sino también una posible falta de Puyol.
El caso es que, hablando de los ríos y de la tinta, es posible que ese lleve aunque sea un poquito de agua y algo hayan comentado por encima en el vestuario cuando, al final del partido, Alves rompe la disciplina de voto y comenta que sin ese penalti también habrían ganado por 2-1, que es lo mismo, sí, pero al mismo tiempo no lo es. Le caerá una buena bronca seguro. Por lo demás, el Barcelona es mejor que el Milan, lo fue primero en San Siro y después ayer en el Nou Camp, pero, y al aluvión de pruebas en dicho sentido me remito, no es ni de lejos cierto que Guardiola y los suyos se limiten a hablar dentro del campo. Por cierto: el señor Ibrahimovic, que tiene varias cuentas pendientes con el señor Guardiola, dijo que ahora entendía al señor José Mourinho, y luego el señor Guardiola dijo que el señor Ibrahimovic iba ahora de amigo del señor Mourinho: ¿A santo de qué habló el señor Guardiola del señor Mourinho en la rueda de prensa posterior a un Barcelona-Milan? ¿Inquietaría o sorprendería a alguien que esta noche, después del partido contra el Apoel, el señor Mourinho respondiese al señor Guardiola después de la referencia que sin venir a cuento se hizo de él ayer?... El señor Guardiola haría bien en mirársela un poquito. A la pseudología fantástica me refiero, claro.