Esto no para. El sábado era el día de ganar, el domingo era el día para celebrar y el lunes es el día para reflexionar y para ponerse a trabajar de cara a la próxima temporada. Pero, en el caso de Real Madrid y del Barça, la reflexión y el trabajo futuro y dónde y para qué colocar el acento en esta o en aquella cuestión dependen mucho del éxito propio, sí, pero también del ajeno, de ahí precisamente que me parezca muy significativo el tuit de Carles Puyol. Si el Real Madrid hubiera perdido ante el Liverpool, el Barça podría haber salido definitivamente a festejar la Liga y la Copa, pero la Decimotercera lo cambia absolutamente todo para el Madrid, por supuesto, pero también para el Barça porque... ¿cuánto vale una Copa de Europa? ¿Vale por 20 Copas del Rey? ¿Y por 10 Ligas?
Lo que, en el fondo, sugiere Puyol es que la Copa del Rey, con todos los respetos hacia Su Majestad y hacia la Casa Real, es quincalla, y que lo que mide el éxito o el fracaso de una temporada son la Liga y la Champions. Pero, al estallar contenidamente vía Twitter, lo que está reconociendo también el ex capitán culé es que, puestos a elegir entre una u otra, él se queda con la Copa de Europa y concluye que el Barça debería planificar la temporada para llegar a tope en esa competición en concreto. Nada habría cambiado en realidad si el Madrid hubiera perdido en Kiev porque habría conquistado dos Champions seguidas, tres en cuatro años y habría alcanzado una final, o sea que la distancia con su máximo rival continuaría siendo, en el fondo, abismal; pero La Decimotercera manda al Barça a la habitación del sueño, como diría Jaime Ugarte.
Lo que, en definitiva, dice Puyol es lo que llevo diciendo yo un montón de tiempo. Lo ideal es ganarlo todo siempre pero, haciendo "limpieza", lo fundamental es luchar por la Liga y por la Champions y, puestos a elegir, todo el mundo se queda con la segunda. Todo el mundo. Lo que, en resumen, dice Puyol es que al barcelonismo debe dolerle tanto que, con Messi en sus filas, el Real Madrid le aventaje ya en 8 Copas de Europa, que ese dolor debe hacerle variar la planificación de las próximas temporadas. Si Messi es, como aseguran sus fieles, el mejor futbolista que ha habido, hay y habrá jamás, ¿cómo explicar que las Copas de Europa las gane todas Cristiano? El caso es que, ahora mismo, no veo a nadie capaz de frenar al Madrid e impedir que el 1 de junio del año que viene se plante de nuevo en otra final. Y eso tiene que doler, y mucho, en la ciudad condal.