Han transcurrido más de 48 horas desde el error del tándem formado por Munuera y Melero y, más allá de la extrañeza mostrada por Butragueño y la perplejidad de Ramos o Modric o la emisión en el canal del Madrid de unas imagenes que ya fueron emitidas antes por otros y en las que el colegiado de Jaén aparece chocándose las manos después de acertar en la concesión de un gol del Eibar al Real en Ipurúa, el Madrid no ha dicho nada más. 48 horas después, la principal diferencia entre el comunicado oficial emitido por el Atlético de Madrid, el único club que no quiso recibir información acerca de cómo funcionaba el VAR, y el comunicado que no ha emitido el Real Madrid es, aunque a algunos pueda parecerles de Perogrullo, precisamente esa: que el Atleti emitió un comunicado, que lo hizo después de un derbi contra el Madrid para que todo el mundo lo viera, que señaló indirectamente al Real de ser receptor de beneficios arbitrales, y que el Real Madrid no ha emitido comunicado alguno ni, aunque por ahí se diga lo contrario, elevado protesta, ni formal ni informal, a la federación española de fútbol.
Así que, en este aspecto concreto como supongo que en otros, el Real Madrid no se ha comportado como el Atlético de Madrid, del mismo modo que a ningún entrenador del Real Madrid se le ocurriría decir jamás que la Liga esté peligrosamente preparada para el club colchonero. Lo digo, más que nada, porque han sido curiosamente los perioatléticos los que más indignados se han mostrado a través de las redes sociales con que... ¿con qué exactamente? ¿Con que Butragueño se queje después de un par de penaltis no pitados a favor de su equipo? Esta jugada no esconde nada. El error, reconocido al parecer por el Comité Técnico, no tapa nada. El Real Madrid está jugando fatal al fútbol, eso es evidente. Es tan evidente eso como que el Barça también está jugando mal (y, por cierto, tampoco lo está haciendo demasiado bien el Atleti) pero al mal juego del Madrid lo rematan desde el VAR y al mal juego del Barça... lo aúpan desde el VAR. La pasada jornada de Liga es de, al menos, 4 puntos, 2 que no debió perder el Madrid y 2 que no debió ganar el Barça. Pero ya da igual.
Por supuesto que el eco de lo acontecido en el Bernabéu es mayor que el de lo que pueda suceder, por ejemplo, en El Alcoraz, y lo digo por mi amigo Petón; puede que eso tenga también que ver con el hecho de que el Real Madrid ha ganado 33 Ligas y 13 Copas de Europa, que es una cantidad de Ligas y de Copas de Europa que no están, al parecer, al alcance de cualquiera. Por eso, y aprovechando el eco de lo sucedido en el Bernabéu, la conclusión que debemos extraer es la de una mayor transparencia. Ojo, no la de una falsa transparencia, no la de una pose de transparencia, no la del fingimiento de la transparencia sino de una transparencia real. Lo que tampoco es de recibo es que, 48 horas después, nadie del Comité Técnico de Árbitros haya dicho esta boca es mía. Miento, es peor aún que eso: les ha dicho esta boca es mía a los que son amigos pero el resto, que no lo somos pero que tampoco tenemos por qué ser enemigos, desconocemos cuál es su opinión. Hemos pasado de una etapa de oscurantismo real a otra de transparencia fingida; la transparencia no se demuestra con un aluvión de mensajes inoperantes, no, sino cuando duele, y ayer dolía; y como ayer dolía, nadie de la federación dio la cara.
Por cierto: yo quiero que funcione bien el VAR siempre. Siempre. Salvo que el aparato se funda o se vaya la luz, el VAR tiene que funcionar. Y quiero que se aclare el cómo, el por qué y el cuándo de las decisiones que no son mecánicas sino humanas, para que no quede rastro alguno de duda. Y otra más: empezaba diciendo que la principal diferencia entre el comunicado que emitió el Atleti y el que no ha emitido el Madrid es que el Atleti hizo público un comunicado quejándose y el Madrid no lo ha hecho... y quizás debiera haberlo hecho. Porque, en España, al Real Madrid ya no le da con las declaraciones de San Emilio Butragueño. Sé que el club quiere transmitir una imagen de ejemplaridad, pero la ejemplaridad te sirve para cosas como estas, para que Munuera y Melero metan la pata, para que al Barça le salve el árbitro y para que el personal siga pensando que el gran beneficiado es el Real Madrid.