Si dije en su día, y aún hoy mantengo, que esta Liga estará adulterada si no acaba ganándola el Real Madrid, es por la sencilla razón de que no se hizo todo lo posible para que se jugara el partido de Vigo y porque aquí, en España, a diferencia de la Premier, no existe tradición de que un equipo tenga dos o tres partidos disputados menos que sus rivales. Inconscientemente, al punto de ventaja que el equipo blanco tiene sobre el Barça le sumamos otros 6, los de sus partidos pendientes contra Valencia y Celta, para concluir que, en realidad, el Madrid aventaja en 7 puntos al equipo de Luis Enrique... cuando definitivamente no es así. Mestalla y Balaídos son dos campos muy complicados y, especialmente en el primero, se dejan la vida cuando llega el Real.

Nada agradaría más a los valencianistas que haber contribuido con su pequeño granito de arena a impedir que el Madrid conquiste su Liga número 33 y albergo pocas dudas al respecto de que sus alicaídos aficionados presumirían de semejante "hazaña" y que el periovalencianismo sacaría pecho al día siguiente con grandes titulares. Una victoria ante el Madrid siempre rearma a quien la consigue, si es que está atravesando por dificultades, y el Valencia no está bien... aunque es un hecho innegable que está mejor que con Prandelli, el del "¡fuori!"... El futbolista del Real Madrid haría mal en dar por amortizado el partido de Mestalla, apuntando 3 puntos que, ahora mismo, hoy por hoy, no tienen propietario.

Todo eso lo sabe Zinedine Zidane, por supuesto. Sabe esto como sabía que, nada más lograr el título de campeón mundial, el Real Madrid se desplomó en la Liga con Ancelotti como primer entrenador y él como ayudante del italiano. Aquel obstáculo lo superó con nota el francés, aunque las derrotas ante Sevilla en Liga y Celta en Copa hicieran recordar a los viejos fantasmas. El Real Madrid es líder, sí, y está jugando mejor que el Barça, pero si hoy no gana en Mestalla la distancia entre ellos ya no podrá ser de 7 puntos sino, como mucho, de 4 o 5. El Barça está jugando mal ahora y tiene pie y medio fuera de la Champions pero, a diferencia de lo que ocurre en la ciudad condal, en el estadio Santiago Bernabéu no se vive de las desgracias ajenas sino de los éxitos propios. La Liga 33 pasa por Mestalla, por una victoria en el campo del Valencia. Lo demás es una ilusión.