Anoche, en El primer palo, dije que llegaría el día en el cual alguien acusara al Real Madrid de estar detrás de los pitos a Piqué. Y el día llegó. Lo dije el 7 de septiembre a las once y diez de la noche y el 8 de septiembre a las doce y cuarto apareció Sor Del Bosque en Onda Cero diciendo más o menos eso: "Los pitos a Piqué responden más al enfrentamiento Madrid-Barça que a un tema político". Sin embargo, Real Madrid y Barcelona llevan midiendo sus fuerzas desde tiempos inmemoriales y jamás ha sucedido lo que ahora ocurre con Piqué, ¿por qué?... El seleccionador nacional de España, cabeza de cartel publicitario de la ANC, comentaba el lunes por la tarde que ni sabía ni quería saber nada del cambio de campo, pero sus declaraciones de la noche no hicieron otra cosa que encajar ambas piezas, una detrás de otra. Por supuesto que sabía, claro que sabía, naturalmente que conocía pero, como siempre, calló.
Del Bosque (o sea, la federación) piensa que los pitos a Piqué son fruto de la competencia del Real Madrid con el Barça... luego hay que poner a salvo cuanto antes a Gerard sacándolo de un campo en el que la selección nacional sólo ha disputado cuarenta y cuatro partidos hasta la fecha. Inicia así nuestra selección una curiosa huida por territorio nacional al objeto de proteger a un jugador del que duda un sector cada vez más amplio de la población. Huye España por España, corre buscando refugio para Piqué, y sin embargo Angel Villar se niega a ver lo que, según su teoría, sería evidente: si los pitos a Piqué son producto del enfrentamiento deportivo con el Real Madrid y hay que sacar al jugador del Bernabéu para que los cocos merengues no se lo coman por los pies... ¿por qué no llevar el partido de la selección al Camp Nou?... De León a Oviedo, de Oviedo a Alicante regateando Madrid... ¿Por qué no Barcelona, que está ahí?... ¿Por qué no Barcelona, que está al lado?... El dato es demoledor: la selección ha disputado 44 partidos en ese campo tan peligroso para el internacional Piqué y 6 en el Camp Nou. 44-6. Goleada.
En junio, el seleccionador nacional sacó espectacularmente los pies del tiesto acusando a "algunos medios" de incitación al odio. No aclaró, por supuesto, ni qué medios ni qué periodistas son esos tan peligrosos a los que convendría poner a buen recaudo y después echar la llave al río. La teoría de Del Bosque es alimentada por algunos profesionales de la información, por ejemplo Héctor Fernández, que anoche entrevistó a Vicente: "¿Crees como yo que...?" Lo que yo creo es que aquí existe un bochornoso conchabeo entre algunos periodistas y Del Bosque con el fin de llamarle al pan, vino, y al vino llamarle pan. Porque, por mucho que se empeñen, las cosas están más claras que al agua clara. Yo sí que les acuso a ellos, pero con nombres y apellidos, de fomentar la idiocia entre la población, de extenderla como un virus, de irradiar la tontez más supina, que una vez inoculada no tiene cura. La invasión de los ultracuerpos versión española. Qué pena!...