Coincido plenamente con quien hace poco sostuvo aquí mismo que Serbia y Grecia no tendrían que haber participado en el Mundobasket de Turquía. No sé si una sanción tan dura habría servido para educar a hombres hechos y derechos, pero tampoco me importa un bledo ni sería por supuesto esa su finalidad. No es la primera vez y, en vista de la desidia y la dejación de funciones de las máximas autoridades baloncestísticas, tampoco será la última que veamos un espectáculo tan alejado del fair play y del ejemplo que deben brindar a la sociedad los deportistas profesionales como el del sillazo de Krstic a Boroussis. También estoy de acuerdo, y respaldo, los comentarios realizados en su día por Scariolo en su web personal; aquel suceso fue, efectivamente, peligrosísimo para la imagen del baloncesto y a la vista está que la sancioncilla impuesta al serbio es un gravísimo precedente.
Krstic no sólo no ha aprendido la lección sino que, crecido por la inacción de la FIBA, ha mandado un saludo a Scariolo por los comentarios que hizo en su página personal. Y cualquier día sucederá una desgracia. Cualquier día el Boroussis de turno no se levantará del parquet y entonces habrá que meter entre rejas al Krstic que toque. Cualquier día nos llevaremos las manos a la cabeza y cualquier día los responsables del baloncesto se rasgarán las vestiduras. Espero que se entienda bien lo que voy a decir, y si no se entiende a mí plim: siempre son los mismos; siempre son los serbios o los bosnios o los croatas; siempre aparecen por allí los griegos o los turcos, y nadie mueve un dedo. ¿Será genético?... Yo creo que no. Si Mirza Delibasic levantara la cabeza volvería a morirse de vergüenza.
Y ahora que gane el mejor, que será Estados Unidos. La final enfrentará a los americanos con turcos o serbios. Y España, campeona de casi todo, tendrá que luchar por la quinta plaza, buen premio para nuestro baloncesto de hace veinte años y ahora considerado casi como una afrenta nacional, tanto hemos crecido. Y, con España quinta, sexta, séptima u octava, urge la renovación de Scariolo como seleccionador nacional. Scariolo es uno de los que más saben y no creo que su continuidad en el cargo deba ser un tema a debatir. Como, todo sea dicho de paso, tampoco debe serlo la ausencia de Fulanito, Menganito o Zutanito. Sabíamos desde el principio que Fulanito no estaría y la lesión de Menganito fue bien cubierta por otro jugador que contribuyó al reciente éxito del Eurobasket. Gracias a Dios, España va a seguir teniendo un equipazo. Ese trabajo no es flor de un día y, justamente por eso, tampoco debemos marchitarlo en una semana. Nuestro equipo nacional seguirá siendo un ejemplo dentro y fuera de la pista. Puede que Krstic aprendiera que las sillas son para sentarse viendo los vídeos de España.