El Mundial de Messi y de Neymar acabó siendo al fin y a la postre el Mundial de los porteros, y muy especialmente el Mundial del portero Keylor Antonio Navas Gamboa. Este costarricense con nombre de protagonista de culebrón fue la auténtica sensación del Levante y, puesto al fin a prueba en la cita fubolística más importante, no sólo ha respondido y ha dado la cara con autoridad sino que ha demostrado con hechos que es, hoy por hoy, uno de los mejores guardametas del mundo. Por supuesto que una cosa es jugar con el Levante y otra muy distinta hacerlo con la camiseta del Real Madrid pero si Navas ha superado con sobresaliente el test de un Mundial no sé por qué habría de esconderse en el estadio Santiago Bernabéu.
Por partes: Keylor Navas es una ganga. El Real Madrid se hace con los servicios del portero de moda (el Bayern le pretendía como competencia para Neuer) por 10 millones de euros. Ningún jugador de primer nivel cuesta hoy en día 10 millones de euros, una cantidad irrisoria si tenemos en cuenta cómo está el mercado. Deportivamente hablando a Keylor Navas, que tiene unos reflejos de gato montés, no se le puede reducir exclusivamente a eso; además, Navas está siempre bien colocado, sale bien y tiene el carácter necesario para ordenar sobre el campo a sus compañeros. Y tiene 27 años, o sea al menos 6 ó 7 por delante al máximo nivel. En definitiva, Keylor no es un jugador revelación sino un futbolista confirmado por sus múltiples actuaciones. Lo dicho, una ganga.
Si algo nos han demostrado Carlo Ancelotti (que ha ganado Champions y Copa alternando a sus dos porteros) o Louis Van Gaal (que sacó a su portero suplente sólo para la tanda de penaltis) es que cada vez hay menos mandamientos inamovibles en el fútbol moderno. La interpretación general es que la llegada de Keylor Navas supone la salida por la puerta giratoria de uno de los dos porteros, y la mayoría de los opinadores apuntan a Diego López como el damnificado por el costarricense. Y yo me pregunto: ¿Por qué? ¿Por qué para que llegue Keylor han de salir López, Iker o ambos? ¿Es que un club con las exigencias que tiene el Real Madrid no puede permitirse el lujo de tener a tres porteros del máximo nivel?...
El 1 de julio Javier Alba anunció en Antena 3 que saldrían Iker y López y que, en su lugar, llegarían Keylor y Casilla: el 25 por ciento de esa información se ha confirmado. Hoy Carlos Carpio añade en Marca las condiciones del fichaje del costarricense y sugiere que el Real Madrid quiere buscarle una buena salida a López, el Nápoles o el Mónaco, que se quedó sin Valdés. Eso ya sería el 50 por ciento de lo adelantado por Alba hace dos semanas. A mí en su día me dijeron que seguían los dos, tanto Iker como López. Claro que si Casillas o López no se van es muy posible que uno de los dos se quede fuera de la convocatoria más de una vez, y más de dos, y más de tres, y esa situación ya no sé si están en disposición de aguantarla. Porque, más allá del enconado debate Casillas-López, da la impresión de que a Keylor le traen en principio para jugar y no para rotar.