Dentro de muchos años, puede que cuando se haya retirado del fútbol, será interesante conocer qué sintió Diego López desde el día en que Mourinho decidió ficharle y cómo le afectó toda la presión mediática que se le vino encima por la suplencia de Iker Casillas, que por supuesto no decidió él. A Adán, por ejemplo, que hoy ha regresado a la Liga española para defender la portería del Betis, la tensión le afectó tanto que habría sido impensable verle regularmente bajo los tres palos. Pero a Diego parece no afectarle y lleva aparentemente bien que tanto fuera como dentro del estadio Santiago Bernabéu quieran desestabilizarle con los gritos de "¡Iker, Iker, Iker!"... Lo primero, lo de fuera, lo entiendo; lo segundo, lo de dentro, jamás logrará entrarme en la cabeza.
Pero el debate "Iker-López" no está por supuesto muerto y tengo la impresión de que sus promotores están esperando tranquilamente a la primera pifia del gallego, que llegará, para reavivar el fuego. Katia, la hija de Ancelotti, acaba de preguntarse en voz alta en el Vanity Fair por qué todo el mundo se preocupa por Iker Casillas y a nadie le importa cómo esté Diego López. Katia es periodista y ha trabajado en la televisión del Chelsea y después en el canal de pago Sky B, de forma que interpreto que el análisis que hace se refiere más al aspecto mediático que al deportivo, aunque luego añada algo tan obvio como que Diego es un grandísimo portero. La hija de Ancelotti vive en este mundo y sabe que Casillas es uno de los iconos madridistas y que lo ha ganado casi todo con su equipo y con la selección y, aún así, desde el desapasionamiento de alguien que viene de fuera, no puede comprender a santo de qué tanta presión añadida para alguien que ya la lleva de serie puesto que debe colocarse bajo los tres palos de la portería del equipo de fútbol con mayor tensión del mundo.
Inmediatamente se ha interpretado que Katia habla por boca de su padre. Sorprendentemente, o puede que ya no tanto, quienes han llegado a esa conclusión han sido aquellos que cuando Sara Carbonero dijo que el vestuario blanco estaba dividido negaron que Casillas tuviera nada que ver con lo expuesto libremente por su mujer. Para aclarar mi postura diré que yo creo que Iker tuvo mucho que ver en la opinión manifestada por Sara y que ahora Katia habla también influenciada por lo que piensa su padre. Hay una diferencia de matiz importante: Sara hablaba mal (aunque sin nombrarlo) de Mourinho mientras que Katia habla bien de Diego dando su nombre y primer apellido. Lo que hace la hija del entrenador del Real Madrid es constatar un hecho, el del enorme desequlibrio mediático que existe en el debate "Iker-López" a favor del primero. El huracán Katia lo único que ha hecho ha sido refrescarnos la memoria y recordar que los legionarios de esta falsa polémica continúan alerta por si llega el primer error de Diego.