Es un hecho constatable que, históricamente hablando, el partido contra el Real Madrid podía salvar la temporada del Barcelona, mientras que para los merengues lo único que salvaba la temporada era ganar la Liga, la Copa de Europa o ambas. Eso ha sido siempre así y quien lo niegue es que no quiere ver la realidad que tiene delante de sus ojos. Si el Barcelona llegaba al clásico muy mal y el Madrid lo hacía muy bien, vencer a los mesetarios era vendido en la ciudad condal como un síntoma de superioridad incluso en las peores circunstancias; por el contrario, si el Barcelona llegaba muy bien y el Madrid muy mal, en el Camp Nou clamaban por rematar a los blancos para que éstos no pudieran levantarse en varios meses y, a poder ser, en varios años. En la capital, sin embargo, vencer al Barça no servía absolutamente para nada si luego no se ganaba un título importante.
Por eso el partido del domingo que viene es tres veces más importante para el Barça que para el Madrid: primero, porque históricamente ha sido siempre así; segundo, porque se juega en el Camp Nou; y tercero, porque el Madrid llegará como líder de la Liga a Barcelona e, independientemente de lo que allí suceda, saldrá líder, sólo falta por saber con cuántos puntos de distancia sobre los azulgrana. Javier Clemente dijo anoche en El Tirachinas que a él le gusta más el Barça que el Madrid, pero ya es sabido por todos que el ex seleccionador nacional de fútbol tiene unos gustos muy particulares: le gustaba Julio Salinas y no le gustaba Michel, por poner sólo un ejemplo. Aún así, yo creo que este Barça tiene mejores individualidades que el Madrid, pero o bien están K.O., como es el caso de Henry y sobre todo de Messi, o bien acaban de salir de una lesión importante, como es el caso de Eto'o.
Aún en el caso de que el Madrid, equipo al que nunca se le ha dado bien el Camp Nou, consiguiera una victoria en Barcelona y se distanciara en siete puntos de los culés, tampoco podría decirse en absoluto que la Liga está finiquitada. El estadio azulgrana ha sido siempre un fortín inexpugnable precisamente porque al Barça le va la vida en cada partido que juega contra el Madrid, y yo creo que eso es así porque allí siempre se le ha querido dar un tinte político a lo que simplemente es un partido de fútbol; con Laporta en la presidencia, cada nueva victoria de su equipo puede ayudarle en su afán político. Todo esto para decir que, el domingo que viene, quien tiene mucho más que perder es el Barcelona, mientras que el Madrid, que saldrá a jugar, lo tiene todo por ganar. Además, y eso ha sido siempre así, al Barça le cuesta mucho más ponerse en pie después de una derrota ante el Real que al revés. Es un hecho históricamente irrefutable.