Fabio Capello, que del banquillo del Real Madrid pasó al del Milan y luego al de la selección inglesa, ha sido uno de los pocos entrenadores de los últimos veinte años con suficiente caché para dirigir al mejor club de fútbol del mundo. Y eso que me aburría su juego. Y eso que me parecía una vedette. Y eso que sigo pensando que la primera vez no se portó bien marchándose como lo hizo. Vean, si no, hacia dónde salieron disparados algunos de los últimos entrenadores del Madrid: Schuster al Besiktas; Luxemburgo al Santos; Juande, que ahora dirige al temible Dnipro Dnipropetrousk, al CSKA; Floro, cuyo último equipo ha sido el Barcelona Sporting de la potentísima Liga ecuatoriana, al Albacete, y Pellegrini al Málaga. Está claro que, a excepción del italiano, ningún club de campanillas se pegó por ellos tras dejar el Madrid. A mí sí me parece significativo, y eso es lo que ha querido decir Mourinho cuando ha explicado que si a él le echan irá a un equipo de primera fila de la Premier o el Calcio. Quien quiera poner a la venta la burra de que se ha metido con Málaga o con los malagueños que lo haga, pero yo no compro. Hipócritas de tomo y lomo.
Esta nueva polémica la desató ayer un periodista del diario Público, casualmente propiedad de Roures. No me parece baladí el hecho de que Ladislao Moñino, de quien tengo unas fenomenales referencias personales, incendiara adrede la sala de prensa con un bidón de gasolina de 95 octanos (que no está la cosa para dispendios) al hacerle al entrenador del Real Madrid una pregunta con reflexión incorporada. Porque Moñino no le volvió a preguntar a Mourinho (y digo "volver" porque ya le insistieron el otro día en Riazor tras el empate a cero ante el Depor) por la influencia negativa que el diseño del calendario pudiera tener en el juego de sus futbolistas sino que añadió que lo hacía para desviar la atención de otras cuestiones. Resulta estadísticamente imposible que si uno se mete en una jaula con veinticinco leones hambrientos no acabe saliendo malparado. Si Roures quiere preguntarle algo a Mourinho, que se acredite antes con Marta Santisteban, que se haga con una buena remesa de esparadrapos, alcohol y agua oxigenada, y que lo haga directamente y a la cara. Hipócritas con todas las letras mayúsculas. HI-PÓ-CRI-TAS.
Y un tal Pendón dice ahora que Mourinho es un payaso, se ve que para congraciarse con los suyos. Es este, por cierto, el mismo o parecido Pendón que hace poco tumbó una proposición del Partido Popular para que se investigara el escándalo sobre las irregularidades de los Expedientes de Regulación de Empleo en Andalucía. Era la tercera o cuarta vez, ya he perdido la cuenta, que el Partido Socialista Obrero Español echaba para atrás una comisión de investigación, frenada por el "voto de calidad" de Pendón. ¡El "voto de calidad"!... Quien con su comportamiento está tratando a los malagueños, y por extensión a todos los andaluces, como auténticos apestados es el presidente de la Diputación. Otro gallo le cantaría al PSOE si tuviera a Mourinho como candidato a la alcaldía de Málaga. Hipócritas de tamaño natural.
Posdata: Y que ningún torpe se dedique ahora a sacar a colación a Juan Gómez por eso de que nació en Fuengirola. Que nadie dude que, si viviera, Juanito sería un ferviente Mourinhista. A él tampoco le daban gato por liebre, no señor...