Decididamente Luis Enrique Martínez finge el orgasmo. Finge porque le toca fingir, porque entrena al filial culé, porque nació en Gijón y tiene que exagerar su amor al Barça para que nadie le apunte en la lista negra de dudosos, porque, al igual que Guardiola ascendió a Cruyfito él también querrá ascender algún día a Vangalito y porque, en el fondo de su corazón asturiano, aunque él ni quiera ni pueda reconocerlo, es un madridista frustrado. Lo que de verdad le habría gustado a Luis Enrique es triunfar en el Madrid como probablemente haga su paisano Villa, pero en el Real nunca confiaron en él y Lorenzo Sanz no quiso renovarle el contrato. Era un magnífico futbolista Luis Enrique, uno de los cien mejores del siglo XX (¡caramba, hablo del siglo XX y no lo hago para referirme al galardón que la FIFA concedió al Real Madrid!) según la lista confeccionada en su día por Pelé, pero debe ser muy triste eso de tenerlo todo y tener que fingir el orgasmo.
Hace tanto tiempo del 2-6 que ya ni siquiera me acuerdo. ¿Cuándo fue? ¿Dónde? ¿Quién marcó los goles?... A la crisis del Real Madrid (puesto que acabar segundo de la Liga tras ganar las dos anteriores es una crisis de padre y señor mío en el mejor club del siglo XX según la FIFA: lo siento, he vuelto a caer) podrán alimentarla sin desmayo todos los Luis Enriques de este mundo, pero ahora mismo lo que tienen que hacer los jugadores es tratar de retrasar lo más posible el alirón azulgrana y lo que deben hacer los candidatos, por no decir "el candidato", es ofrecerle un plan al madridismo. Florentino Pérez ha confirmado que el 14 de mayo ofrecerá una rueda de prensa. En Estados Unidos suelen decir que si anda como un pato, tiene forma de pato y hace cua cua como hacen los patos, entonces es que se trata de un pato: el 14 de mayo F.P. ofrecerá una rueda de prensa para anunciar su candidatura a la presidencia del Real Madrid.
Florentino, que según todas las fuentes consultadas ganará por aplastamiento de sus rivales si es que al final los tiene, ha realizado el anuncio menos de 48 horas después de la derrota probablemente más sangrante del club a lo largo de toda su historia. Por si no tuviera ya todas las de ganar, el ex presidente se encuentra ahora con unos socios huérfanos, sin un norte claro y con ganas de sentirse protegidos después de una de las etapas más negras y más tristes del Real, con el club judicializado y sus irresponsables mandatarios diciendo tontunas cada dos por tres. Lo que les gustaría a los madridistas es que Florentino irrumpiese en la rueda de prensa del 14-M a lomos de un pura sangre de color blanco, agitando con vehemencia el sombrero y gritando "¡Hi-yo, hi-yo!" como hacía Clayton Moore en la serie de televisión de los años 50. No será tan espectacular, ni Silver estaría tampoco para esos trotes, pero al menos, después de la nada más absoluta, el Real Madrid tendrá un plan.