Hablando de regalar primeras partes... Al igual que le ocurrió a otros participantes del blog, viendo jugar ayer a Real Madrid y Barcelona en Vistalegre durante los dos primeros cuartos del tercer partido de la Euroliga, yo también saqué la conclusión de que el equipo local mandaba a luchar a Heidi, Pedro, el abuelo, Clara y la señorita Rottenmeier contra un despiadado, hambriento, feroz y asesino ejército compuesto por Aliens y Depredadores. Mickeal, mucho más alto y en mejor forma que el abuelo, se movía por todos sitios, y por más que Heidi y Pedro trataban de maniatar a Navarro, éste no hacía otra cosa que meter triples desde sitios y situaciones inverosímiles; ni que decir tiene que Morris o Vázquez se comían literalmente con patatas a la señorita Rottenmeier, más pendiente de que Clara se abrigara que del aclarado. La verdad es que, visto todo desde el bando madridista, resultó muy deprimente y desalentador.

Por cierto que, cuando Messina pedía un tiempo muerto, el comentarista de Teledeporte no hacía más que insistir una y otra vez en lo privilegiados que teníamos que sentirnos todos por poder asistir en vivo y en directo a un master gratuito de dirección de equipos. Si hubo algún master, que yo no lo vi por ninguna parte, éste lo impartió claramente Pascual al contarle a sus chicos lo que el italiano iba a hacer en la siguiente jugada: "van a intentar meterle el balón dentro a Reyes". Sencillamente lo calcó. Aquello olía nuevamente a chorreo y, sin embargo, en los dos últimos cuartos el abuelo salió a por todas tras haber ingerido su Iniston, Heidi se hizo valer y Pedro le cogió la medida a Rubio. El todopoderoso Barcelona titubeó y la gente de Vistalegre creyó por un instante que el milagro todavía era posible, pero no lo fue. ¿La clave?... El 25-14 con el que acabó el primer cuarto, y que aún pudo haber sido bastante peor. No lo entiendo. ¿Tres gritos en el vestuario lo arreglaron todo?... Y si es cuestión de gritarle a los jugadores, ¿por qué no hacerlo antes de los partidos?

Hay cosas de Messina que no logro comprender, probablemente porque me salté alguno de sus masters. Preguntado por la condena a que sometió a Kaukenas, Lavrinovic (4 minutos cada uno) y Bullock, el italiano respondió que su actuación no le había parecido en línea con el nivel del partido. Pero, ¿esas cosas no habría que hablarlas antes o después de un choque tan importante como el de anoche? Atando al banquillo a tres jugadores, ¿no reduce aún más las posibilidades de una plantilla que se ve claramente que es inferior a la del Barcelona?... Acerca de Velikovic, el ex ojito derecho del entrenador, ya ni siquiera me pregunto nada: supongo que el chico, que iba a ser el nuevo Kukoc, se irá cuando finalice la temporada antes que correr el riesgo de quedar convertido en una estatua de sal. Tengo la impresión de que Messina se agarra a Tomic como a un clavo ardiendo, pero Tomic sólo no podrá contra este ejército de Aliens y Depredadores. Y si Heidi vuelve a salir dormida el jueves, menos aún. La respuesta volverá a estar en el viento.