Bienvenido al club. Mourinho dice que Guardiola vive áltamente protegido por la prensa catalana, y a mí sólo se me ocurre darle mi más sincera bienvenida al club. Bienvenido, José, porque eso que tú criticas hoy, algunos lo venimos denunciando desde hace un montón de tiempo. También que, con sus altibajos, la prensa deportiva de Madrid es nacional mientras que la de Barcelona es local, me atrevería a decir incluso que tribal, por supuesto nacionalista y tendenciosa y, por todo ello, manipuladora y peligrosa, poco higiénica en suma; de forma, querido Mou, que si al poner negro sobre blanco el blindaje del periobarcelonismo hacia Guardiola buscas para ti un trato equitativo, te equivocas de medio a medio porque no lo encontrarás: ¡fíjate que a tu presidente le atizan por levantarse en el palco mientras que se pasa por alto que un director general culé nos llame chorizos a los españoles!...
Un ejemplo. ¿Qué se habría dicho en Marca o As si un hermano de Mourinho metido a representante de jugadores le hubiera quitado un canterano al Real Madrid para llevárselo al Arsenal? ¿Y qué se habría escrito sobre Florentino Pérez?... Me juego lo que sea a que a Mourinho le estarían poniendo ahora mismo de delicuente para arriba y a F.P. de bobo para abajo. Daría igual que el chaval fuera una perla o un tocho, daría lo mismo que el Arsenal pagara mucho o poco y que el Madrid tuviera un presunto límite salarial: Mourinho y Florentino, condenados. Pues eso acaba de ocurrir ahora mismo en Barcelona: Pere, el hermano de Pep, ha hurgado en la cantera culé, y Jon Toral Harper ha acabado en el Arsenal. Y Rosell, presidente de un club que lleva tres años tocándole las narices a Wenger con Fábregas, ha zanjado el asunto diciendo que la actitud de los ingleses le parece inmoral. Sanseacabó.
Bienvenido al club, José Mourinho, porque de eso mismo, o sea del trato inmisericorde que la prensa deportiva madrileña en general mantiene hacia el Real Madrid, hablaba yo ayer mismo. Y ya te advierto que dará lo mismo que ganes Copa, Copa y Liga o, como hiciste en Milán, Copa, Liga y Champions League. Y dará lo mismo que digas verdades como puños. Y dará igual que, al final, se demuestre que tú llevabas más razón que un santo. Tú estás condenado a llevarte todos los palos del mundo y Guardiola todas las loas y todas las alabanzas. Menos mal que tienes las espaldas anchas porque, de lo contrario, lo pasarías mal aquí. La suerte que tiene el Madrid es que no has llegado para sobrevivir, como hicieron otros, sino para construir. Y no pidas el mismo trato que Guardiola, al menos no hasta el día en el que consigas orinar Amor, amor de Cacharel. Y ese día te criticarán también.