El Real Madrid Club de Fútbol y el señor José Mourinho, de vacaciones no se sabe bien por dónde, fueron los grandes protagonistas de la rueda de prensa que, con la excusa de hacer balance de la temporada, ofrecieron ayer Mundo Deportivo y Sport utilizando el cuerpo de Sandro Rosell, convertido en una auténtica marioneta del famoso y peligroso entorno culé. El comunicado oficial del club blanco, certero y a la yugular, un verdadero y sincero ejercicio de seny a la madrileña, dio rotundamente en el clavo cuando dejó caer que este movimiento respondía única y exclusivamente a la necesidad perentoria que Rosell tenía de congraciarse con los leones de la Metro barcelonista: arrojándoles carnaza al foso, el presidente azulgrana calmaba a las fieras y, de paso, lograba hacerse visible durante una hora y media.
Si yo fuera Rosell iría a rápidamente terapia. A terapia, sí, porque Sandruscu tiene un problema en Barcelona y es que nadie le toma realmente en serio, se le considera un receptor pasivo de la herencia millonaria que le dejó tito Laporta, el listo de la familia ahora metido a político, y el personal azulgrana concluye que sólo acierta cuando deja las cosas tal y como se las encontró antes de llegar a la presidencia. De lo contrario no se entiende que, en la temporada más triunfal del club a lo largo de sus 111 años de historia, saliera ayer a hacer el ridículo de la forma en que lo hizo. Jaleado por el periobarcelonismo más radical, Rosell mintió descaradamente y con absoluta impunidad, acusó al Madrid de hacer lo mismo que lleva haciendo el Barcelona los últimos cincuenta años y, al fin y a la postre, logró su único objetivo: dos portadas con su cara en los diarios deportivos catalanes de mayor tirada.
Probablemente para no ir a la guerra de una vez por todas, el Real Madrid se tomó su tiempo para responder a esta nueva agresión trufada de mentiras y medias verdades. Respeto la opinión de quienes piensan que la contestación merengue pecó de candidez o la de quienes creen que debió ser el propio Florentino Pérez quien replicara a su homólogo culé. Yo creo que, por primera vez en mucho tiempo, el Real Madrid va en la buena dirección, lo único que sucede es que el correcto camino emprendido coincide en el tiempo con la mayor racha triunfal del máximo rival deportivo. Guiñol Rosell quedó por sí solo en evidencia, no había nada que tocar ni nada más que decir. Por si no lo estaban ya, sus complejos volvieron a quedar en evidencia. De vacaciones no se sabe bien por dónde, Mourinho volvió a ganar.