Caricaturesco, y un poco cómico la verdad sea dicha, es que Tomás Roncero finalice su contracrónica del partido del otro día entre el Deportivo de La Coruña y el Madrid apelando a la confortabilidad de la manta polar que reparte el diario As. Eso, y no que José Mourinho defienda a la empresa que le paga, y muy bien por cierto, sí que es una caricatura en toda regla de lo que debería ser el periodismo deportivo en España. Llaman mucho la atención las declaraciones del entrenador portugués del Real, pero se pasan a diario otras que no venden tanto. Por ejemplo: Llorente acusaba ayer a Navarro de ir a hacer daño adrede, otros compañeros suyos del Athletic Club de Bilbao salieron inmediatamente al quite para añadir que, además de su innegable capacidad como aizcolari, al central valenciano le adornaban virtudes interpretativas que para sí quisiera el mismísimo Colin Firth.
Y por si eso fuera poco, un vídeo pillaba al bueno de David confundiendo a Leo Messi con un pequeño pino argentino cuando el balón estaba en la otra punta del campo y hoy mismo, cuando la cosa está más caliente, sale Emery y explica con toda la tranquilidad del mundo que él le va a pedir a su futbolista que juegue exactamente con la misma fuerza y rescata del baúl de los recuerdos una jugada en la que un "león" de Caparrós también le dio un puñetazo a Soldado en el partido de ida. Por otro lado Ulloa, delantero del Almería expulsado ante el Málaga, dice que le dio la mano al árbitro por no mándarle a la mierda; y mientras todo esto sucede, Roures acusa a Mourinho de desvariar y Sardá de hacer muy bien el papel de gilipoyas. Así que los jugadores del Athletic defienden a Llorente, el entrenador del Valencia a Navarro, Ulloa al Almería, Roures a Roures y Sardá a Roures y a la Veneno... ¡pero Mourinho no puede defender al Real Madrid!...
Por defender a su club, que es el Barcelona, es por lo que Tito Vilanova ha declarado lo siguiente: "aquí intentamos hacer bien las cosas sin quejarnos". Si por "aquí" Tito, que es a Guardiola lo que éste es a Cruyff (o sea, un Guardiolito), se refiere a Barcelona, o no se entera o no quiere enterarse o ha estado encerrado en un búnker los últimos cincuenta años. Puede que el actual Barcelona que lo gana todo no se queje de nada, pero otros sí lo hicieron, y mucho. Allí se han tirado los últimos cincuenta años diciendo que el Madrid les robó a Di Stéfano, se apoyaba en Francisco Franco para ganar los partidos, compraba a los árbitros por norma, tenía la federación española a su servicio y era el consentido de operaciones financieras e inmobiliarias que al resto les estaban vedadas. Puede que Vilanova no recuerde a Montal, Antonio Serra, Núñez, Gaspart, Laporta u Oliver, por poner sólo algunos ejemplos que me vienen a la cabeza, pero en Madrid se guardan fotos suyas de frente y de perfil. Y ahora que sean otros los que pongan un ratito la otra mejilla.