Intervención de periodistas en el mismo al margen, que esa será otra historia en la que habrá que indagar, lo cierto y verdad es que era de esperar que el docubodrio sobre la decisión de Griezmann diera que hablar, y ayer lo hizo en una doble dirección. El viernes, a la finalización del partido contra Portugal, el productor del docubodrio, Gerard Piqué Bernabéu, trataba en vano de explicar que su participación había sido mínima y que él se había enterado de que Griezmann se quedaba en el Atleti el mismo día del anuncio por la mañana, y que en ese preciso instante se había puesto en contacto con el club para comunicárselo. La explicación de Piqué era increíble en el sentido exacto de la palabra, o sea que parecía mentira o era imposible o muy difícil de creer, inverosímil. Pero, aderezada tan endeble explicación por la pimienta emocional de que su cariño por el club que le vio nacer estaba fuera de toda duda, pareció que Piqué había pasado el trago... hasta este martes.
Ayer, en la presentación de Eric Abidal como nuevo director deportivo, Jordi Mestre reconoció que el club está muy molesto con Piqué y que hablarán con él y con Umtiti cuando acabe el Mundial. O sea que yo no creí a Piqué pero su Barça, el club de sus amores, el Barça de sus entretelas, el equipo de su corazón... tampoco le ha creído. E, insisto una vez más, no le ha creído por la sencilla razón de que su explicación resulta increíble desde cualquier punto de vista. Esta directiva del Barça es probablemente una de las dos o tres más incompetentes de la Unión Europea y hace buena aquella frase de Bill Shankly que decía que la directiva ideal estaba "compuesta por cinco hombres, cuatro muertos y un agonizante". Son malos hasta decir basta y a veces son también muy tontos deportivamente hablando, y también mienten mucho, mienten a todas horas, casi se podría decir que mienten hasta cuando dicen la verdad, pero una cosa es que te tome el pelo el padre de Neymar y otra bien distinta que te lo tome uno de los tuyos. También es cierto que el poder de Piqué, a quien se le ha consentido todo, es casi omnímodo. Se ha autoerigido en portavoz y ha deslizado la idea, que no cae mal entre un amplio sector de barcelonistas, de que podría optar a la presidencia en un futuro próximo, de ahí precisamente que el periobarcelonismo bromee con la posibilidad de que, si le tocan mucho las narices, Piqué acabe destituyendo a Bartomeu. Pero o Bartomeu se ponía ayer en su sitio o pasaba ya directamente a ser el botones Sacarino de Piqué.
La otra dirección en la que también cabía esperar que estallara en mil pedazos el docubodrio es la participación del Barça en el intento de fichaje de un futbolista con contrato en vigor, una operación reconocida en su día por Guillermo Amor, ratificada más tarde por el propio Bartomeu, denunciada ante la FIFA por el Atlético de Madrid y captada en imagenes por la representante del jugador, que es su hermana, en el susodicho docubodrio, y que ha supuesto, según ha podido conocer EsRadio, que ahora mismo el Atlético de Madrid esté estudiando iniciar acciones legales contra el Barça. Así que del mismo modo que la explicación de Piqué no ha resultado creíble para la directiva del Barça, la explicación de la directiva del Barça no ha resultado creíble para los propietarios del Atlético de Madrid. Dice Mestre que el Barça se dirigió oficialmente al Atleti para hacerle saber su interés por el jugador, pero... ¿cuándo pasó eso exactamente?
Por cierto que en esta historia hay un tercer actor que no puede irse de rositas, que es el jugador en cuestión, Antoine Griezmann, que posa feliz y dichoso como si el palo de Mestre a Piqué, la explicación increíble del jugador del Barça y la posible denuncia del Atleti por el reconocimiento de su hermana de que estaba negociando con el club catalán cuando tenía contrato en vigor con el equipo madrileño no fueran con él. Y eres tú, Antoine, tú y nada más que tú, el que has liado esta historia. Eres tú el que ha puesto una vela a Dios y otras tres por si acaso al diablo. Eres tú el que se ha reído de la afición culé y, lo que es mucho peor, de tu propia afición. Eres tú el que quedas señalado. Tú, Griezmann, tú y nada más que tú has originado esta III Guerra Mundial. Tu imagen ha quedado por los suelos y tu reputación dañada. El otro día decía Piqué que el docubodrio había servido para que le gente conociera cómo se vive desde dentro una decisión así. Error. El docubodrio ha servido para que los aficionados conozcan cómo os reís de ellos. Para eso ha servido, además de para ganar una pasta, el docubodrio en cuestión.