María José Navarro me pidió anoche un pronóstico para el partido de Anfield: "0-3", respondí, "los tres de Raúl, por supuesto". Estuve con ella en Fuera de Juego, el programa deportivo (o sea, futbolístico) semanal de Popular Televisión, y por momentos me sentí como Leónidas en las Termópilas, rodeado de persas rojiblancos por todos lados: a mi derecha, el inigualable Luiz Pereira, a mi izquierda la Navarro y, un poquito más allá, Javier Aguirre Onaindía, conocido como el Vasco, hasta hace un mes técnico del Atlético de Madrid. Aguirre tuvo con nosotros la deferencia de romper su silencio, entre otras cosas porque Rubén Uría, otro colchonero, estuvo haciendo con él lo que Pérez García practicó en su día con Kevin Keegan, eso que José María García bautizó con su particular gracejo como Operación Amarre. De ahí que, antes de arrancar, con las cámaras aún apagadas y la bella Nadia, la mejor realizadora de Europa según las últimas estadísticas, poniéndonos firmes a todos, y con objeto de empezar a ganar el partido desde el túnel de vestuarios, le soltara a María José lo siguiente: "qué suerte tuvísteis el sábado, ¿eh, pillina?"... Aguirre se la quedó mirando fijamente y la dijo: "¿Tú eres merengue?"...
Federico Jiménez Losantos me pidió esta mañana un pronóstico para el partido de Anfield: "0-3", respondí, "los tres de Raúl, naturalmente". Estuve a puntito de sustituir el "naturalmente" por un "of course" mucho más british, pero hasta el miércoles, y dependiendo de lo que acontezca quizás hasta el jueves, no quiero saber absolutamente nada de las Islas, ni de los caminos, ni de la soledad, ni de 007 con licencia para matar, ni de Gordon Brown, ni de John Lennon, ni siquiera de las pintas de cerveza que nos sirven en el pub irlandés que hay justo enfrente de la Cadena Cope y que trasegamos como si se tratara del día del Juicio Final y por la Puerta de Alcalá bajaran un millón de zombies hambrientos. Porque, salvo mejor opinión, hasta las diez y media de la noche, minuto arriba, minuto abajo, el Real Madrid Club de Fútbol, inventor de la Copa de Europa, sigue en los octavos de final de la Champions League y, a partir de esa hora, minuto abajo, minuto arriba, podría suceder perfectamente que estuviera en cuartos tras haber conseguido lo que nadie logra desde el año 2007: ganar un partido europeo en Anfield. Si no se rindió Leónidas I...
Siempre que llega una cita importante, el madridismo invoca a sus espíritus, y señaladamente al de Juan Gómez. Yo creo que ya va siendo hora de que dejen descansar en paz a Juanito, que ya trabajó lo suyo en vida, y se centren en la ardua tarea que tienen por delante. Esta noche, en Anfield, no estará Juan, ni tampoco Santiago Bernabéu, ni se podrá apelar a la épica del presidente de honor del club, ya octogenario, ni a aquella soberbia jugada de Redondo en Old Trafford. Ellos ya cumplieron, y sobradamente además, su parte del contrato, y hoy les toca a los Casillas, Ramos, Cannavaro, Raúl, Gago y compañía ganarse sobre el campo el derecho a ser considerados dignos herederos de los que ya no están en condiciones de empezar a ganar el partido, este o cualquier otro, desde el túnel de vestuarios. A sus espíritus, vivitos y coleando, apela hoy el madridismo. Dentro de un rato sabremos si son fantasmas, ángeles o demonios. Porque estos partidos radiografían a cualquiera.