Hay una película de Norman Jewison que gira alrededor del póquer y que siempre me ha gustado mucho. Se llama The Cincinnati Kid aunque aquí fue traducida como El Rey del Juego o El gran desafío. La escena final es soberbia y enfrenta al viejo y experimentado Lancey Howard, apodado The Man, con el joven Cincinnati Kid, que pretende destronarle. Howard, interpretado por Edward G. Robinson, gana casi siempre y eso genera odio, envidia y frustración a su alrededor, e incluso provoca que en la partida definitiva se empleen contra él las peores artimañas posibles para que así salga victorioso Steve McQueen, que da vida a la estrella emergente. Es, por supuesto, una partida a todo o nada y, en la última jugada, todo depende de que The Man saque o no saque una carta, en concreto una jota de diamantes. Lo mejor no es el resultado final de la partida y de la película, que no destriparé aquí, sino los primeros planos de quienes asisten a la misma y que están deseosos de que venza Cincinnati McQueen.
Intuyo que sucede algo parecido con la final de Champions de esta tarde. El Real Madrid sería The Man, el Atleti sería Cincinnati Kid y un sector importante del periodismo deportivo estaría alrededor de la mesa de juego esperando-deseando que el diez veces campeón de Europa se estrellase en la última jugada; en realidad llevan rumiándolo desde 2014 y, a puntito de estallar, pareciera que a algunos les resultara imposible aguantarse un pelín más. Por ejemplo: a cuarenta y ocho horas de la final, y con todo el pescado vendido sobre la continuidad de Zidane, que seguirá pase lo que pase, el As saludaba al Real Madrid, a quien algunos tratan desde sus medios como si fuera un equipo extranjero, con el interés por hacerse con los servicios de Unai Emery. Si alguien tiene en la mente un titular más ofensivo para Florentino Pérez que lo diga ahora o calle para siempre: "El Madrid pide a Emery que espere hasta que pase la final". De esa falsa noticia, que corrió como un reguero de pólvora, se hicieron inmediatamente eco todos los medios antimadridistas españoles.
Más ejemplos: Santi Segurola vaticinando el otro día en Onda Cero que, sucediese lo que sucediese, el Atleti saldría indemne del partido y que, en el caso del Madrid, que tiene alguna Copa de Europa más que su rival, el "modelo" estaba en juego. No lo entendí bien, la verdad: ¿Si el Madrid gana La Undécima sí tendrá un modelo pero si no la gana no lo tendrá?... Otro: Roberto Palomar asegurando, creo que en Cope, que para él, y aunque el Real Madrid gane la final, el mejor equipo de Europa será el Atleti; casi prefiero que la UEFA la presida Villar antes que mi colega del Marca. Y otro más: Carlos Toro contando en Radio Marca que mientras que el Atleti es el equipo del pueblo, el Madrid es el de la oligarquía. No comprendo nada: ¿el Atleti, que es propiedad de dos señores, es el equipo del pueblo mientras que el Real Madrid, que tiene casi cien mil socios, es una oligarquía?... Por cierto, ¿son oligarcas los cientos, miles, millones de personas que van con su camiseta del Real Madrid por las calles de España?... Paciencia. Ya falta menos. Aguantad vuestra ira. No le déis aún al botoncito de "enviar". Esperad hasta ver quién saca la jota de diamantes.