Si el VAR está para revisar la jugada entre Casemiro y Morata de la que todos los atléticos llevan haciéndose eco desde el sábado a las seis de la tarde, con el Real Madrid no lo hizo contra el Villarreal, tras cometer Albiol claro penalti sobre Vinicius, ni después ante el Betis, cuando Feddal desvió con la mano un pase de Benzema, ni más tarde frente al Mallorca, cuando Salva Sevilla agarró a Brahim dentro del área, ni más recientemente cuando ni Hernández Hernández abajo ni De Burgos Bengoetxea arriba vieron dos clamorosos penaltis cometidos sobre Varane en el Camp Nou. Si el VAR tiene que revisar todas esas jugadas, el VAR tiene un problema, pero, si el protocolo del VAR impide revisar esas jugadas, los que tenemos un problema somos nosotros por jugar al despiste con el personal. En cualquiera de los casos, e independientemente de que Casemiro cometiera o no penalti sobre Morata, que yo creo que no lo cometió, el VAR está poco claro, no se sabe cuándo sí o cuándo no y todo lo que circula a su alrededor es confusión y más confusión.
Ahora bien, reducir la lamentable situación deportiva del Atleti a esa jugada es de un simplismo que a uno le tira de espaldas. El Atlético de Madrid tiene muchos problemas más que esa jugada no revisada por el VAR, empezando porque es posible que la revisara y, como me ocurre a mí, sucediera que no se pensara que existía la pena máxima. Esa jugada de Casemiro sobre Morata no explica, por ejemplo, los 13 puntos de distancia que existen entre el líder, que es el Real Madrid, y el sexto clasificado, que es el Atleti. Para algunos el Real Madrid es como el bálsamo de Fieravrás, que todo lo cura, también los propios errores. De no haber sido porque la Real Sociedad perdió con el Leganés, a estas horas el Atleti estaría fuera de Europa, y eso no lo explica la jugada de Casemiro sobre Morata. La jugada de Casemiro sobre Morata tampoco explica que este verano se dejase escapar a Diego Godín con la excusa de que ya era muy mayor porque tenía 33 años y que ahora se haya estado a punto de traer a Cavani por 80 millones cuando el 14 de febrero cumple la misma edad.
La jugada de Casemiro sobre Morata no explica que, teniendo un presupuesto de 400 millones de euros, el Atlético haya marcado hasta la fecha 22 goles en 22 jornadas, menos goles que Real Madrid y Barcelona, por supuesto, pero también menos goles que Getafe, Sevilla, Valencia, Villarreal, Real Sociedad, Granada, Osasuna, Betis, Levante, Valladolid y Alavés. Únicamente Español, Celta y Leganés, que están en puesto de descenso a Segunda, y Eibar, que anda clasificado el decimosexto, han marcado menos goles, y sólo Athletic Club de Bilbao y Mallorca han marcado los mismos. La jugada de Casemiro sobre Morata no explica, por ejemplo, que el fichaje más caro de la historia del club, que fue Joao Félix, juegue cada vez más alejado del área rival, convirtiéndose en el defensa más caro de todos los tiempos; hoy Joao Félix, que en julio iba a ser el nuevo Futre, es un jugador que ha perdido valor de mercado: eso tampoco lo explica la jugada de Casemiro sobre Morata. Del mismo modo que tampoco explica la jugada de Casemiro sobre Morata el que Simeone, que es el entrenador de fútbol que más dinero gana en el mundo, diera a entender hace poco que la actual era una temporada de transición, cuestión ésta que hizo salir de su cueva a Clemente Villaverde, hoy, por cierto, en el Getafe, no se sabe muy bien si precisamente como consecuencia de aquello.
La jugada de Casemiro sobre Morata, en fin, es una jugada de uno de los veintidós partidos de Liga que se han celebrado hasta la fecha y la no intervención del VAR no explica por qué el tercer mayor presupuesto del campeonato está como está y anda como anda, eliminado de la Copa por la Cultural Leonesa. Todo eso no lo explica la jugada de Casemiro sobre Morata y sí, en parte, el que Simeone haya convertido en una especie de tradición que cuando su equipo logra adelantarse en el marcador se construya deprisa y corriendo la muralla china por delante de Oblak. Si el nivel de exigencia es ese, mal vamos. Si la autocrítica que se va a hacer es la de Petón, o sea decir que cuando el Atleti va al Bernabéu siempre pasa algo, vamos aún peor. La jugada de Casemiro sobre Morata, en fin, es una cortina de humo para ocultar frustración y decepción a partes iguales. No me lo creo, no me lo trago, no lo compro, no señor. Al Atlético de Madrid tenemos que exigirle más y, si no lo hacen los colchoneros, deberemos hacerlo los madridistas.