Estoy con José Mourinho: la eliminatoria ante el United está al cincuenta por ciento. Y está claro que el equipo de Ferguson parte con ventaja en Old Trafford pero no veo al Madrid no marcando allí al menos un gol. Por supuesto que, salvo cuando quien se cierra atrás es el equipo blanco en cuyo caso irrumpe en nuestras vidas el Armagedón, absolutamente todas las formas de interpretar este juego son respetables, aunque, ya que sigue recordándose aquel día en el que a Mou se le ocurrió darle al Barcelona la iniciativa y el balón, me parece también de justicia sacar a colación que anoche el líder de la Premier jugó la mayor parte del tiempo con ocho futbolistas por detrás de la pelota. De no ser porque hubo un momento en que se identificó claramente a Sir Alex en el banquillo visitante, cualquiera podría haber pensado que no era el United sino el Osasuna de Pamplona quien jugaba en Madrid. Claro que para algún pope (¡Bielsa carajo!) el United se haya convertido a raíz del sorteo que le emparejó con el Real en una especie de Carabobo F.C.
Por cierto que anoche tuve el privilegio de presenciar el partido en vivo y en directo en el estadio Santiago Bernabéu y doy fe de que no observé a un solo madridista que saliera del campo celebrando el empate. Ese, el del festejo tras el 1-1 copero ante los culés, es un mantra nuevo y muy "ponible" para la próxima temporada periodística "primavera-verano" que se nos avecina. Ayer la gente salió enfadada, salió molesta porque su equipo fue bastante mejor que el United, porque mereció un marcador infinitamente mejor que el cosechado y porque el árbitro (otra vez más) se equivocó no pitando un penalti sobre Di María y concediendo un saque de esquina que no era y que a la postre provocó el 0-1 inglés. Habrá que apelar a la épica en Old Trafford.
Al final del partido Mourinho, que ya ha empezado a jugar la vuelta, le puso hábilmente a Ferguson el cebo de la "cultura futbolística inglesa" pero el viejo tiburón escocés, que se las sabe todas, no picó y sencillamente pasó de largo. Tengo para mí que el técnico del United prefiere ser un poco más ignorante pero pasar a cuartos de final, y me huele que si en el partido de vuelta le regala el balón a su rival no habrá protestas en la grada ni tampoco sacará los tanques a la calle la opinión publicada. Pero ya se sabe que fue España y no Inglaterra la inventora del fútbol. Sí tengo la peligrosa sensación de que algunos jugadores se han acostumbrado a que Cristiano tire él solito del carro. Albergo pocas dudas al respecto de que, con uno como él por línea, el Real Madrid se habría marchado ayer con un comodísimo 3-0. Y sobre las futuras tragedias que dibuja tan esperanzado el periobarcelonismo, yo sólo recuerdo la de los Bee Gees, aquella que dice eso de que "cuando pierdes el control y no tienes alma es tragedia". Pero el club está perfectamente controlado y su alma (la primera Copa de Europa y el título que acredita al Real Madrid como el mejor del siglo XX) la tuve anoche entre mis manos y gracias a Dios no depende de un título más o un título menos.