Yo creo que el club hace grande al entrenador y no al revés. Por otro lado, siempre tiene que haber una primera vez para todo, también para entrenar a un equipo grande. Hay entrenadores que tienen la inmensa fortuna de dirigir a un equipo grande a las primeras de cambio. Otros no, otros no llegan jamás a dirigir a un equipo importante, y probablemente no sea por falta de conocimientos sino por carencia de caché. Johan Cruyff, por ejemplo, no tenía demasiada experiencia como entrenador y, sin embargo, le eligieron para dirigir a todo un Fútbol Club Barcelona. ¿Por qué? Porque tenía caché. ¿Y de dónde le venía a Cruyff su caché como entrenador? Indudablemente de su etapa como jugador.
Cruyff era un icono del barcelonismo, y alguien pensó (acertadamente, aunque eso se comprobó luego) que alguien con aquel talento como futbolista tendría que saber trasladárselo correctamente a los demás como entrenador. Cruyff fue muy cuestionado, pero al final ganó Ligas y la primera Copa de Europa culé. Y el dream team sigue siendo añorado en la Ciudad Condal. A Cruyff, claro, le gustaba que su equipo jugara bien al fútbol y a puntito estuvo de vender su alma al diablo para lograrlo. No quiero recordar aquí, por ejemplo, las boutades del flaco colocando a Alexanco de delantero centro.
Ahí tenemos el caso de Frank Rijkaard. De Rijkaard también se afirmó, con razón, que no había ganado nada al llegar a Barcelona. Pero hoy Rijkaard, que cuando llegó a España efectivamente no había ganado nada, ya puede presumir de haber conseguido un par de Ligas y la segunda Champions culé. El entrenador holandés confiesa hoy en una entrevista concedida a El Mundo que él hace de todo por tener contentos a los jugadores. El Barça le hizo importante a él como entrenador y eso es porque los grandes clubes suelen tener siempre en sus filas a los mejores jugadores del mundo. ¿Habría ganado Rijkaard una Champions League entrenando, por ejemplo, al Getafe? Apostaría a que no. Me parece que para echarle en cara a un entrenador de fútbol si ha ganado muchos títulos o pocos, lo primero que hay que pedirle es la lista de equipos a los que ha entrenado. Luis Aragonés, por ejemplo, ha entrenado a todo el mundo en España y, en comparación con la importancia de los clubes a los que ha dirigido, no creo que pueda afirmarse precisamente que sea un entrenador ganador.
A Bernd Schuster le afean que no haya ganado nada, pero las Ligas y las Champions no se conquistan con el Levante o el Jerez sino con el Real Madrid o el Barcelona. Al Real Madrid estuvieron echándole en cara durante treinta largos años que sólo tuviera Copas de Europa en blanco y negro, pero una noche Mijatovic pegó el zapatazo y si te he visto no me acuerdo. Lo curioso del caso es que aquellos que hablaban del blanco y negro no habían ganado ninguna Copa de Europa en su vida, ni en blanco, ni en negro, ni en color. A Schuster, por lo tanto, sólo le falta historial y tiempo, el que quieran darle algunos madridistas. Sé que sólo se trata de fútbol ficción, pero me hubiera gustado saber qué habría hecho Fabio Capello con el Getafe de la temporada pasada. Capello empezó a ganar cuando sustituyó a Arrigo Sacchi en el Milan. A Schuster deberemos enjuiciarle a partir de ahora, como en su día sucedió con Cruyff o con Rijkaard. Ya está en un grande, y ahora habrá que exigirle cosas grandes, antes no. Antes sólo llevó al Getafe a una final de la Copa del Rey.